COFRADÍA DEL SANTO CRISTO DEL DESENCLAVO
Partiendo de la pertenencia canónica a Santa Marina la Real.
Se trata de un óvalo que encierra una Cruz negra con sudario blanco y tres Clavos al pie, simbolizando el Desenclavo.
Todo ello rematado con corona real española en oro, como doble símbolo de que Nuestro Señor es Rey de Reyes y la vinculación a Santa Marina la Real.
La barroca iglesia de Santa Marina, antiguo templo del colegio de los Jesuitas antes de su expulsión, acogerá la penitencial cofradía del Santo Cristo del Desenclavo, cuyos primeros hermanos redactaron los estatutos y acta fundacional el 3 de julio de 1992, con aprobación del obispado el día 31 del mismo mes.
La hermandad estableció un especial interés en la recuperación de actos tradicionales llevados a cabo durante las celebraciones pasionales leonesas de épocas pasadas, como la ceremonia del desenclavamiendo de la imagen de Cristo de la Cruz, o el oficio de Tinieblas.
Desde 1993 comienza su andadura en la procesión de las Tinieblas y Santo Cristo de las Injurias, durante la noche del Jueves Santo y la del Santo Cristo del Desenclavo, el Sábado Santo.
Entre dicho año y el siguiente utilizaría, para la primera, una talla de la iglesia parroquial de la iglesia de Santa Marina, un Cristo atado a la columna, siendo recuperada de nuevo en 1998.
Para la procesión del Sábado Santo adquirió, en 1993, una imagen articulada de Cristo que sirviese para la ceremonia del Desenclavo, sustituida en el año 2000 por una talla de Manuel López Bécker.
Por otro lado, la hermandad del Desenclavo organiza desde 1994 una Ronda Lírico Pasional el Miércoles Santo, que lleva el nombre de su primer mantenedor, Luis Pastrana, Cronista Oficial de León, en reconocimiento al apoyo y compromiso que dio al novedoso acto cultural de la cofradía del Santo Cristo del Desenclavo.
En el año 2013 estrena una nueva imagen que bajo la advocación de María Santísima del Mayor Dolor en su Soledad ha sido realizada y donada por Pablo Lanchares, sustituyendo definitivamente al Cristo atado a la columna de la iglesia de Santa Marina.
TÚNICAS
Ya en las primeras reuniones de los padres de la Cofradía, se acordó que el Hábito debía ser muy sencillo, púrpura como la túnica de Nuestro Padre Nazareno y como la bandera de León, nuestra Tierra, color real por excelencia; sin tablas ni cuellos; y con bocamangas, cíngulo y capirote negros, éste último con una altura de 55 cm. Y con el emblema de la Cofradía en el babero.
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