lunes, 2 de enero de 2012

NUESTRO PADRE JESÚS DE LA MISERICORDIA



Paso de

COFRADÍA DE NUESTRO SEÑOR JESÚS DE LA REDENCIÓN

Este paso se incorporó a la Procesión en el año 1996 tras un acuerdo con Instituciones Penitenciarias.
Se trata de un Ecce Homo de medio cuerpo, cubierto con ropajes hasta el suelo para ser procesionado, tallada en madera policromada, es una talla barroca del siglo XVII y atribuida a Pedro de Mena, escultor nacido en Granada y con taller en Málaga.



Tiene la cabeza ladeada, con ojos cristalinos y la boca entreabierta, que nos deja ver la dentadura de pasta. Lleva una corona de espinas y una caña sujeta con la mano derecha; medio cuerpo al desnudo y el otro tapado por la clámide roja, con las manos cruzadas y atadas con una soga.

Es una talla de una gran belleza y expresividad, con un patetismo sobrio y viril,

CRISTO DE LA REDENCIÓN DE LEÓN




Títular de

COFRADÍA DE NUESTRO SEÑOR JESÚS DE LA REDENCIÓN

Se trata de una talla del Siglo XVI de la que se carece de documentación, siendo atribuida a la escuela vasco-navarra y, concretamente a Juan de Anchieta.

Se presenta a Cristo muerto en la cruz, traspasado por tres clavos y coronado de espinas; corona tallada junto con la cabeza.


Es una imagen de gran expresividad, retorcido en la Cruz, con un estudio anatómico que acentúa el dramatismo.

 Su rostro sereno y sus ojos están casi cerrados.

Esta magnífica imagen se incorpora a la Cofradía en el año 1993 procedente del penal de Nanclares e Oca, que la albergaba, por concesión expresa de Instituciones Penitenciarias.
Actualmente la dan cobijo durante todo el año las Reverendas Madres Benedictinas



En la cruz del Cristo de la Redención va incrustado un relicario que contiene una astilla perteneciente a la del Jesús de la Redención de Sevilla, así como la medalla al Mérito Penitencial donada a la Cofradía por D. Manuel Avilés Gómez, Seise Honorario de la Cofradía

El Cristo es flanqueado en el paso por cuatro cirios a cada lado.
 La Procesión, el Domingo de Ramos, parte del Convento de las Reverendas Madres Benedictinas.

 El Cristo es portado a hombros hasta el paso, ya fuera del Convento, por los Ex Abades de la Cofradía, quienes hacen entrega del mismo a los braceros para su colocación en el trono y ser procesionado.

 Una vez traspasado el umbral del patio del Convento el Cristo es alzado y fijado en las andas procesionales, siendo éste uno de los momentos de mayor plasticidad y belleza de la procesión.

JESUS DE LA REDENCION DE LEON