viernes, 13 de marzo de 2015
VÍA DOLOROSA DECIMOTERCERA ESTACIÓN
DESCLAVAN A JESÚS Y SE ENTREGAN A SU MADRE
Entre el altar católico donde Jesús es clavado en la Cruz, y el altar ortodoxo donde Jesús muere, hay otro pequeño altar con una escultura de la Santísima Virgen que lleva por nombre
"Nuestra Señora de los Dolores".
Está en la zona católica. Aparece Nuestra Madre con una espada. que le atraviesa el alma. Es una representación muy piadosa de madera pintada. Se talló en 1778.
Esta imagen fue un regalo de la reina María de Portugal. Después la fueron enriqueciendo con joyas regalo de peregrinos que iban dejando sus donativos con ese fin en el Santo Sepulcro.
Allí estaría nuestra Santísima Madre, rota de dolor, contemplando a su Hijo ya muerto por nosotros.
Allí le dejarían en sus brazos. Allí se cumplirían las palabras de Simeón: "una espada traspasará tu alma". Muchas veces me he encontrado gente rezando frente a esa imagen, de pie o sentados, apoyándose en la columna que hay enfrente de este altar.
Los expertos hacen una distinción entre el descendimiento de la cruz, donde el cuerpo de Cristo está suspendido verticalmente, el depósito, donde se tendió en el suelo y el llanto que precedieron a la sepultura en la tumba, y que muestra la influencia de la costumbre oriental de lamentos fúnebres.
Bajando desde el Calvario, en el camino hacia el Santo Sepulcro, en frente de la entrada principal de la Iglesia, se encuentra lo que se conoce como la Piedra de la Unción.
En Jerusalén, el escenario de la bajada de la cruz estaba vinculado generalmente a la de su unción, y situado al oeste del Calvario en el lugar donde, antes de los cruzados, estaba la capilla de Santa María. El lugar de la Unción ha sido venerado desde finales del siglo XIII. Los primeros peregrinos describieron la piedra que cubre la roca sobre la que el cuerpo de Jesús ha descansado como negro, verde o blanco. Hoy en día, consiste en un bloque pulido de color rojo.
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