Se encuentra esta ermita a escasamente ocho kilómetros de distancia de
Cáceres, en la carretera que va a Mérida, pertenece al Castillo de las Arguijuelas
de Abajo y se levanta frente a él, al otro lado de la carretera.
Antiguamente todo este terreno se llamaba Alguixuela o Alguijuelas, siendo el comprador del espacio que posteriormente ocuparían ambos castillos,
Francisco de Ovando, hijo de Hernán Blázquez y Leonor Alfon de Ovando.
Quien levantó las dos fortalezas fue D. Vicente Francisco Antonio de
Ovando y Rol de la Cerda, Marqués de Camarena la Vieja, Capitán General de
Castilla la Vieja y dignatario muy querido del monarca Carlos III. Y pleiteando
este con uno de sus primos de la familia Ovando, perdió el título de Camarena
La Real pasando a poseer el Castillo de la Arguijuelas de Abajo, momento en
que fueron separadas las propiedades de ambas fortalezas.
La Ermita fue levantada en el siglo XVI y pertenece a la jurisdicción de la
Parroquia de San Mateo, es de las consideradas de típico sabor popular.
Tiene
una sola nave con presbítero recto, construcción de mampostería y sillarejo.
Encontrándose la nave dividida en tres tramos por medio de arcos apuntados
que se apoyan sobre pilares cuadrangulares adosados, cubriéndose todo este
espacio con bóveda de cañón, mientras que a la capilla mayor lo hace con bóveda de crucería
El acceso al templo se realiza por un arco de medio punto que se
abre en el lado de la epístola, la cual está precedida por un pórtico que tiene
arcos de medio punto.
Tiene una sencilla espadaña de mampostería.
A simple
vista se observa que es una construcción que no ha necesitado muchas restauraciones, o al menos si las ha sufrido, no se aprecian fácilmente.
En su interior hay que destacar la existencia de tres retablos.
El que hay en
el lado del evangelio es barroco de madera sin policromar, de un solo cuerpo
con hornacina central, estipites a los lados y decoración a base de carteles, angelitos, tallos y telas todo del siglo XVIII.
El retablo que hay en el lado de la epístola también es barroco sin dorar,
tiene distintos símbolos de la Pasión en cartelas, en el centro tiene una imagen
de Crucificado en madera policromada, popular y arcaizante, de autor desconocido, y que pertenece al siglo XVII, restaurado recientemente por la licenciada
en Bellas Artes, María Antonia González Luceño, en la catedral de Coria.
El
retablo es posterior, del siglo XVIII.
Y por último en lo referente al retablo existente en el lado del presbiterio,
hay que decir, que también es barroco policromado de un solo cuerpo y un
pequeño ático, el cuerpo está dividido en tres pequeñas calles por medio de
columnas salomónicas con racimos, y en el banco está la inscripción de la fecha
de cuando fue realizado, es decir, el año 1669, así como personajes que lo
encargaron.
En la hornacina central hay una escultura de la Virgen con el Niño,
hecha de madera policromada, fechada en el siglo XIV, y en las calles laterales
pinturas sobre tabla y que pertenecen a la misma fecha, siendo las del lado
izquierdo las que representan a un Cardenal y a un personaje masculino con una
torre colocada en sus manos, mientras que al lado derecho aparece San Antonio
acompañado de un ángel y un personaje femenino que porta una cruz, quedando
en el remate del retablo una pintura también sobre tabla que representa a un
Santo dominico.
Por cuestiones obvias esta ermita era la capilla de los señores del castillo,
pero como consecuencia de crearse en el año 1992 una cofradía penitencial que
procesiona los Viernes Santo por la mañana al mencionado anteriormente crucificado, distintas actividades religioso-festivas que se están realizando en la
ermita y sus alrededores están dando otra vida a la misma, de lo cual nos alegramos mucho.
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