domingo, 8 de abril de 2012
ERMITA DE LA SOLEDAD CÁCERES
Sede de
Ilustre y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro.
Se encuentra situada extramuros de la Ciudad Monumental, en la Plaza de las Claras.
Es una ermita sencilla, con sobrio exterior y planta rectangular, construida sobre el solar de un antiguo hospital de los siglos XIII y XIV.
En esta ermita recibe culto las cuatro imágenes de la cofradía.
Destaca, en la portada, una escultura de la Virgen de la Soledad.
Su planta es rectangular, con un ábside poligonal de cinco lados desiguales en uno de los cuales se abre la sacristía.
La entrada se encuentra en un lateral y consiste en una puerta adintelada. Enfrente hay una capilla rectangular sin mayor interés arquitectónico, sino el de que servía para albergar, a modo de cripta, uno de sus Cristos Yacentes.
En su interior podemos ver un retablo Barroco, presidido por una imagen del siglo XVII de la Virgen que da nombre a la ermita
Encontramos citas sobre ella en documentos que datan del siglo XV, en 1.470 era sede de una cofradía que ha perdurado hasta nuestros días y que es una de las más antiguas de la ciudad, la Ilustre y Real Cofradía de la Soledad y el Santo Entierro
EN 2007
La ermita de la Soledad de Cáceres ya luce su retablo del siglo XVIII y el Cristo del Peral con todo su esplendor
La recuperación de ambas obras de arte ha sido posible gracias al dinero aportado por la Dirección General de Patrimonio de la Junta y por las aportaciones de los miembros de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y el Santo Entierro, así como de empresas extremeñas, familias y particulares.
El retablo, que se retiró en 2005, se encontraba "desestructurado", con un importante ataque de insectos xilófagos, piezas partidas, saltado de la policromía dorada y además tenía una película completamente negra del humo de las velas que antes iluminaban el templo, asegura Ángeles Penis, responsable de la empresa Gótico Restauración, entidad encargada de la restauración de esta pieza.
Partiendo de ahí, la empresa encargada de la restauración desmontó el retablo, le limpió el polvo, trató la carcoma, pegó y colocó las piezas que estaban sueltas, estucó las faltas de pintura y barnizó cada parte para terminar reconstruyendo su estructura.
Al mismo tiempo, se procedió a recuperar la talla del Cristo del Peral, que se encontraba "repolicromado con una pintura plástica color verdoso uniforme e incluso algunas zonas se lijaron". Gracias a su trabajo, lograron rescatar la policromía original, que contaba con "muchos latigazos y sangre".
http://www.franciscofloresmaestro.com/caceres/soledad.html
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