sábado, 9 de abril de 2011
REAL BASÍLICA DE SAN ISIDRO
Sede de
SACRAMENTAL Y PENITENCIAL COFRADÍA DE NUESTRO PADRE JESÚS SACRAMENTEDOY MARÍA SANTÍSIMA DE LA PIEDAD, AMPARO DE LOS LEONESES
.
Templo del siglo IX dedicado a San Juan Bautista, que sustituye a un templo romano dedicado a Mercurio.
Con motivo del traslado desde Córdoba de los restos del niño mártir San Pelayo, se cambió la advocación del templo.
Fue destruido por Almanzor y reconstruido más tarde en ladrillo y materiales pobres por Alfonso, "el de los Buenos Fueros”, siendo en tiempo de Fernando y Sancha (siglo XI), cuando se hace la nueva obra por manos de Petrus Deustamben.
Con el traslado de los restos de San Isidoro, obispo de Sevilla, Doctor de las Españas a León, se cambió la titularidad del templo.
FACHADA
Portada Principal:
- la Puerta del Cordero, de estilo románico, abocinada con tres columnas y tres roscas de arco. El tímpano presenta la Ascensión por dos ángeles del Cordero sujetando en una pata la cruz. Presenta como características la ley de adaptación al marco.
También se representa la escena del Sacrificio de Isaac, siendo el primer tímpano que contiene varias escenas. En el intradós se presentan motivos geométricos, estando bordeado el arco con taqueado jaqués. A la derecha, imagen de San Pelayo, procedente del templo anterior. A la izquierda, San Isidoro de Sevilla, Doctor de España. Escenas del Rey David y los Músicos.
- Peineta: de estilo barroco (s. XVIII), obra de los Valladolid. Presenta el Escudo Real de España y una estatua ecuestre de San Isidro, vencedor del Real de Baeza.
- Puerta del Perdón: situada en el hastial del crucero sur, es obra del maestro Esteban, que trabajaría en la Catedral de Santiago de Compostela.
El tímpano presenta tres relieves: Descendimiento, Tres Marías ante el sepulcro y la Ascensión.
- Portada de los Quiñones: visible desde el interior, es obra del Maestro de las Serpientes. Caracterizada por columnas de mármol con capiteles y tímpano con taqueado jaqués.
INTERIOR
El interior sorprende al visitante por su intensa luminosidad debido a la gran cantidad de amplios ventanales de la nave central y del crucero sur.
Posee una rica decoración en impostas de ajedrezado, motivo que se ve tanto en paramentos rectos como curvos.
También los capiteles son ricos y numerosos.
La Capilla Mayor data del siglo XVI, y su arquitectura se atribuye a Juan de Badajoz el Viejo.
El padre Juan de Cusanza (alias Juan de León) encargó las obras en el año 1513, sustituyendo la antigua capilla románica de la infanta Urraca por la actual gótica.
En 1971 se hizo una labor de limpieza y de restauración del suelo, que se hallaba muy deteriorado. Con ese motivo salieron otra vez a la vista los cimientos de la planta románica que el arquitecto Torbado había descubierto en su labor de excavación, y siguiendo su trazado se hizo un dibujo en el suelo para que se pudiese ver fácilmente.
La capilla está cubierta por bóveda de crucería con terceletes.
Retablo mayor. El retablo de factura aún gótica procede de la parroquia de Pozuelo de la Orden (Valladolid) y fue trasladado a San Isidoro en 1920, año en que esta localidad pertenecía al obispado de León.
Fue labrado entre 1525 y 1530, contando con la participación en las labores de talla y ensamblado de un maestro llamado Giralte, quizá Giralte de Bruselas, y consta de veinticuatro tablas de pintura, atribuidas por Chandler R. Post a un Maestro de Pozuelo, cabeza de serie de un amplio número de obras cuyo centro geográfico se sitúa en la ciudad zamorana de Toro.28 29
La documentación hallada posteriormente ha permitido precisar que los trabajos de pintura se repartieron entre Lorenzo de Ávila, seguidor de Juan de Borgoña y afincado en Toro, a quien se podría identificar con el Maestro de Pozuelo creado por Post, y dos pintores vecinos de Valladolid: Antonio Vázquez, también seguidor de Borgoña, y Andrés de Melgar, oficial de Alonso Berruguete, a quien por tal motivo se atribuyen algunas de las tablas más avanzadas estilísticamente.30 La custodia es de plata, del artista M. García Crespo, y guarda la hostia consagrada expuesta día y noche por privilegio papal muy antiguo, que comparte con la catedral de Lugo
Bajo la custodia y en lugar preferente se halla la urna neoclásica que conserva los restos de San Isidoro, obra que el platero leonés Antonio Rebollo realizó en 1847.
Capilla de la Trinidad o de Santo Martino
Retablo de la capilla del Santo Martino. El canónigo isidoriano Santo Martino mandó construir hacia 1191 detrás del ábside norte una capilla destinada a guardar el depósito de reliquias acumuladas a lo largo de sus viajes y que sirviera también como cementerio común de los canónigos.
La capilla era pequeña, de planta rectangular y cabecera semicircular, y construida con materiales muy pobres con aparejo de ladrillo. Se llamó capilla de la Santísima Trinidad.
Se hizo una portada de medio punto en el muro norte. En el siglo XVI se transformó esta capilla en estilo hispano-flamenco, pasando a llamarse capilla de Santo Martino.
El retablo es del siglo XVII, del tracista y ensamblador Pedro Margotedo, y lleva la imagen del titular. Allí se encuentra la urna con los restos del santo.
El coro alto a los pies es de la primera mitad del siglo XV, de tiempos del abad Simón Álvarez, cuyo escudo de armas está en una de las claves.
Visita virtual
http://www.sanisidorodeleon.net/basilica/visita_basilica.htm
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario