La basílica mantiene en toda la estructura de su única nave distintos juegos de equilibrios, dada la tensión cóncava-convexa de las superficies y la alternancia de tramos circulares y elípticos con otros de arcos cruzados.
A ello se añade la disposición oblicua de las pilastras y columnas, con respecto al eje central, y el cruce en forma de aspa de los arcos torales, en la bóveda.
En el interior tenemos una sola nave con capillas laterales y un ábside semicircular decorado con gusto.
En el centro de la nave, el artista Bartolomé Rusca representó, como motivo principal, la "Apoteosis de los Santos Niños Justo y Pastor", torturados en Alcalá de Henares (Madrid) por los romanos al negarse a renunciar a su fe cristiana; en las cuatro pechinas22, aparecen: la Fortaleza, representada como Santa Bárbara; la Virginidad, como Santa Cristina; la Inocencia, como Santa Inés; y, por último, un grupo de ángeles.
Finalmente, tenemos una pintura con atributos papales y, en los laterales, sendos lunetos con los profetas Isaías y Daniel, ambos de Hastoy. La nave se cubre con cúpula rebajada, que se sostiene sobre pechinas de aristas reforzadas entre dos tramos rectos con arcos cruzados.
Sobre el crucero se levanta una cúpula oval sobre anillo con balaustres.
la zona del crucero, donde una espectacular cúpula ovalada sobre tambor acoge los frescos de los hermanos Antonio, Luis y Alejandro González Velázquez, realizados en 1753 y en los cuales se muestra la "Glorificación de los Santos Niños Justo y Pastor", mientras que en las pechinas sobre las que se sustenta la cúpula están representados los cuatro evangelistas: San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan. Ésta, además, se encuentra rodeada por una galería en la que se abren dos óculos que permiten la entrada de iluminación y en la que dos grisallas simbolizan las virtudes teologales de la Fortaleza y de la Fe.
Capilla Mayor
Separada del resto de la nave central por un comulgatorio con barandilla de metal dorada.
Se encuentra presidida por un gran lienzo en el que se figura el que hoy es titular de la Iglesia, San Miguel Arcángel, que aparece representado de manera victoriosa venciendo a Lucifer; la pintura fue encargada para este retablo por el Papa León XIII, siendo su autor Alejandro Ferrant y estando datada de 1897.
En la parte superior, enmarcan el cuadro dos ángeles, realizados, al igual que la mayoría de los que hay en los distintos retablos del templo, por Pedro Hermoso, autor asimismo de los medallones que, a izquierda y derecha del Retablo Mayor, nos muestran sendos relieves de Jesús y María, respectivamente.
Sobre el lienzo de San Miguel, un medallón en grisalla acoge la imagen de Dios-Padre, hecha por los hermanos González Velázquez.
En cuanto al Altar Mayor, éste está realizado en mármol con apliques en bronce y en su parte frontal cuenta con un altorrelieve, igualmente en bronce, del maestro escultor Lorenzo Frechilla en el que figura la "Exaltación de la Santa Cruz", mientras que en la parte que no vemos, otro relieve también del mismo autor representa la "Cena del Señor con los discípulos de Meaux", siendo ambos de 1968.
Digno de mención es el Sagrario exento que vemos frente al cuadro de San Miguel, obra de 1970 de Talleres de Arte Granda hecha en mármol, bronce y plata con una cruz como remate de la pequeña cúpula.
A él se accede, por su parte posterior, por una escalera doble. En la puerta, tiene un relieve de plata en el que se representa el "Abrazo de San Pedro y San Pablo en Roma", mientras que en la parte visible, otro relieve nos muestra la "Resurrección de Cristo". En los laterales, cuenta con dos hornacinas con las imágenes del Papa San Pío X y de San Juan María Vianney, cura de Ars. Ya en la pequeña cúpula, los cuatro Evangelistas rodean su base.
También merece nuestra atención la sillería de coro que rodea el ábside, hecha en nogal con apliques dorados, así como las tribunas que se hallan a ambos lados a media altura y
el púlpito que vemos a la izquierda del presbiterio, realizado éste en madera de caoba en siglo XVIII y rematado en su tornavoz por un Arcángel.
La Capilla Mayor se halla cubierta por una bóveda de arista y cascarón que, al igual que la que cubre el crucero, fue pintada al fresco en 1752 por los ya mencionados hermanos González Velázquez, representando en este caso la "Presentación de los Santos Niños ante el Procurador romano".
A los laterales, hay una serie de pinturas que, junto a la de San Miguel del retablo, forman el grupo de los Siete Arcángeles Mayores, cada uno mostrando sus atributos correspondientes y por los que son identificados. A un lado, Barachiel "El Ayudante", con rosas blancas en el manto que representan las bendiciones de Dios; Gabriel "El Anunciador", con una linterna y un espejo de jaspe29; y Jehudiel, "El Remunerador", con un látigo y una corona de oro, en señal de castigo, o recompensa. Al otro lado, Uriel "El Poderoso Aliado", con fuego a los pies y una espada desenvainada, protegiéndonos del mal; Rafael "El Médico", portando una píxide30 y acompañado por Tobías, que lleva un pez; y Sealtiel "El que Reza", que aparece con las manos juntas en señal de oración. El séptimo es, como hemos dicho, San Miguel "El Victorioso", en el retablo, que porta un estandarte blanco con una cruz roja mientras vence a Satanás, que está cayendo a sus pies.
Retablos del crucero
Retablo de la Virgen de la Asunción, del siglo XVIII, con una magnífica talla de los Talleres granadinos del siglo XVIII. Está rodeada por un grupo de ángeles de factura moderna
Retablo similar al anterior con San José con el Niño, obra moderna de Agustín de la Herrán.
CAPILLAS DEL EVANGELIO
1 Capilla de Los Angeles
por ser el motivo que aparece representado en la vidriera que hallamos en el retablo, obra de Talleres Granda. Éste es de estilo neoclásico y está compuesto por dos columnas marmóreas, mientras que la vidriera que acoge nos muestra, como hemos mencionado, la Santa Cruz adorada por los Santos Ángeles.
2 La dedicada a Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, obra moderna del escultor Agustón de la Herrán y a los lados, las dos restantes capillas con vidrieras.
3 Capilla de los confesionario
4 Capilla del Niño Jesús de la Gracia
pequeña capilla,
con la vitrina del siglo XVIII, que enmarca la imagen del Niño Jesús de la Gracia, talla castellana de principios del XVIII.
CAPILLAS DE LA EPÍSTOLA
1 Capilla de las sagradas imágenes de la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de "Los estudiantes".
Donde reciben culto
Entre las tallas más notables de la iglesia, se encuentra la imagen del Santísimo Cristo de la Fe y del Perdón, del siglo XVIII, obra del escultor Luis Salvador Carmona, que sale en procesión cada Domingo de Ramos sacado por la Hermandad de los Estudiantes (Madrid), la primera de todas las que desfilan en la Semana Santa madrileña.
2 Capilla de San Joaquín y Santa Ana
La vidriera es, como las anteriores, de los Talleres Granda y se encuentra enmarcada por dos columnas marmóreas.
A ambos lados de la capilla, encontramos dos hornacinas que acogen las imágenes de quienes le dan el nombre: San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María; ambas son tallas del siglo XVIII. Como las tres anteriores de estas características, cuenta con un confesionario para los fieles.
3 Capilla de Reliquias
de pequeñas dimensiones y situada en el presbiterio, que fue inaugurada en noviembre de 1983 y en la cual se veneran algunas reliquias de santos.
El retablo es de estilo neoclásico, del siglo XVIII, y la hornacina acoge un relicario de plata del año 1827 donde se guarda un Lignum Crucis, o astilla de la Cruz de Jesucristo.
Por último, el sagrario que aquí contemplamos es el que, en origen, estaba en el Altar Mayor del templo.
CORO
OTRAS DEPENDENCIAS
Sacristía
se accede por una puerta situada en el lado del Evangelio del crucero y en las que también se custodian algunas joyas artísticas, como este bellísimo busto de la Virgen Dolorosa que vemos en la fotografía, del siglo XVIII, del que destaca el dramatismo de su expresión.
La Sacristía acoge asimismo otras obras datadas de los siglos XVIII y XIX, como un Cristo Crucificado barroco que se encuentra sobre el busto de la Virgen, o una preciosa mesa de madera dorada con tablero laqueado, entre otras.
Sala capitular
En la Sala Capitular, podemos ver varios relicarios y un Cristo Crucificado de pequeño tamaño.
Pero quizá lo que más nos llame la atención sea el cuadro de "Santo Tomás de Villanueva", óleo del siglo XVIII y copia de la obra de Murillo sobre el mismo motivo.
En el vestíbulo, encontramos nuevamente varios lienzos, como el de "San Jerónimo penitente" que cuelga a la izquierda de la fotografía, del siglo XVIII y firmado por R. Álvarez.
Al fondo a la derecha, sobre la mesa, hay una talla de San Pascual Bailón que algunos autores atribuyen a J. P. Mena y otros a Luis Salvador Carmona.
Por último, en la escalera interna que une el vestíbulo con la cripta, encontramos una bellísima Santa Librada del siglo XVIII y atribuida a Luis Salvador Carmona.
Esta imagen, de aproximadamente un metro de altura, era en tiempos sacada en procesión por Madrid, tal y como se puede comprobar al observar la base de la cruz, realizada para ser insertada en el paso procesional.
Cripta
cuya entrada se encuentra en el exterior del templo, a la derecha de la puerta principal, como ya mencionamos casi al inicio de este reportaje.
Fue construida bajo la Basílica en el siglo XX, estando ya custodiada por el Opus Dei, en piedra, mármol y ladrillo visto, aunque con un estilo sobrio, y cuenta con unas dimensiones similares a ésta (bóveda rebajada, una sola nave, crucero levemente insinuado), si bien con algunas diferencias en la distribución, permitiendo así la realización de distintas actividades organizadas en la Iglesia para la participación en ellas de los fieles.
El presbiterio cuenta igualmente con un ábside, que queda presidido por un sagrario de plata con escenas bíblicas labradas y que está rodeado de ángeles en posición orante. El cascarón se decora con frescos.
Por su parte, las lámparas que iluminan el interior de la cripta son de hierro forjado y madera. También hay que hablar aquí de otro órgano. Se trata una réplica de menor tamaño del que vimos en el coro de la Basílica y fue realizado por el propio Gerhard Grenzing en 1978.
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