OFICIOS DE LAS TINIEBLAS JUEVES SANTO
Acto en la iglesia de Santa Marina a la 19.30
Una tradición litúrgica desde tiempos remotos, se muestra en todo su esplendor entre los muros de la antigua iglesia jesuita.
Son las voces de los Hermanos varones los que entonan, junto al Consiliario, en el Altar Mayor, el Canto de los Salmos 68, 69, 70 y el clásico Miserere.
La forma del Miserere se recopiló en la forma tradicional cantada de la localidad leonesa de Tendal de la Sobarriba por la primera Junta de Seises; un ejemplo más del compromiso que adquirió la Cofradía con la conservación y restauración de las tradiciones del pueblo leonés.
Al finalizar cada uno de los versos de los Salmos, un Hermano irá apagando una vela del Tenebrario, colocado expresamente en el centro del Altar.
La luz se irá difuminando hasta que expire la última llama igual que lo hizo Jesús, y el Gólgota tembló.
Así fue y así tiembla también el interior de Santa Marina mediante el estruendo de las carracas y las matracas en medio de una absoluta oscuridad.
Una vez terminado el acto, los Hermanos juran el voto de silencio.
Santo Cristo de las Injurias cargando su madero al hombro.
Le precede con mirada atenta y suplicante el Ecce Homo o Cristo Atado a la Columna, soportando sus heridas y humillaciones, pero consolado y arropado por el púrpura de las Hermanas Braceras.
Hasta el año 2002, también procesionó la Virgen de la Sexta Angustia y Nuestra Señora de las Candelas, portada por las hermanas de la Cofradía; imagen que hasta la fecha se ha preferido suprimir de esta procesión por varias razones.
Delante de cada trono las Banderas, carracas, matracas e incensarios acompañan el sonido de las horquetas golpeando el pavimento del barrio de las Altas Torres.
Es destacable el empleo de estos dos típicos instrumentos leoneses del folklore popular, la carraca y la matraca
Actualmente, estos instrumentos suponen los dos pilares sobre los que se sustenta la Ronda de la Cofradía, incorporando además, el tambor, la corneta y la campanill
CEREMONIA DEL DESAGRAVIO
El Nazareno sólo hará una parada delante del Convento de las Reverendas Madres Clarisas para que el Hermano Mayor haga entrega de las Treinta Monedas de la traición.
Mientras, las voces del coro se escapan entre las celosías para cantar y consolar al Injuriado.
Y seguirá adelante con su Destino cargado al hombro.
ENCLAVAMIENTO DE CRISTO
Terminada la procesión una ceremonia privada, exclusivamente reservada para los Hermanos, Presidencias y Autoridades invitadas.
Depositado el Crucificado en el Altar Mayor, se procederá, simbólicamente, a introducir uno a uno, todos los clavos.
El acto concluirá con una breve oración al Santo Cristo del Desenclavo.
El último martillazo clava también algo en el alma de los presentes y ya nada volverá ser igual hasta el Sábado Santo.
y el segundo al finalizar la procesión, en el interior de la Iglesia de Santa Marina la Real, siendo éste el único acto privado que celebra la Cofradía.
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