viernes, 2 de marzo de 2018

VIA CRUCIS DE LA PÍA UNIÓN SEVILLA

VIA CRUCIS DE LA PÍA UNIÓN

En la tarde de ayer primer viernes de marzo, volvió a celebrarse el Vía Crucis de la Pía Unión, tras la misa presidida por el Arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo.




En primer lugar, Santa Misa en la Capilla de la Flagelación, del palacio de Medinaceli,donde se encuentra la imagen de Jesús Cautivo y ante la reliquia del Santo Lignum Crucis.
Partiendo del interior de la Casa de Pilatos, donde se rezaron las cinco primeras estaciones , se dirigió al exterior, rodeando la plaza del mismo nombre, seguida de números devoto, para volver al terminar a la Capilla.




La Asociación de la Pía Unión está formada por los Hermanos Mayores de nuestras hermandades, los cuales, una vez que dejan su cargo, pueden ser socios de número de esta asociac


Lo abre la Cruz de las Toallas de la hermandad de Los Negritos y en su cortejo podemos ver a los hermanos mayores portando candelabros formando también parte el estandarte del Santo Cristo de San Agustín de San Roque y el estandarte de San Juan de Ribera de la hermandad de San Esteban, además del propio de la Pía Unión. El cortejo lo cierra el oficiante que porta el relicario con el Santo Lignum Crucis, bajo palio.


http://www.artesacro.org/Noticia.asp?idreg=75237


 Los Negritos y la Pía Unión

 Cada año, la Cruz de las Toallas de los Negritos es la que preside el Vía Crucis de la Pía Unión. La historia de la vinculación entre la hermandad y este acto que rememora el origen de la Semana Santa comienza en 1521.
Via crucis de la Pía Unión
 Aquel año, el primer marqués de Tarifa, Fadrique Enríquez de Ribera, llega a Sevilla de Tierra Santa y se instala en el Palacio de San Andrés, que mandaron a construir sus padres Pedro Enríquez y Catalina de Ribera, que se encontraba cercano a una de las salidas de la ciudad, la Puerta de Carmona.
Cuenta la leyenda, que cuando el marqués regresó, terminó de erigir el palacio bajo la inspiración del pretorio de Poncio Pilatos y de ahí el nombre de «Casa de Pilatos».

 En realidad, la nomenclatura viene dada porque este ilustre personaje quedó tan impresionado del vía crucis que se organizaba en Jerusalén, que comenzó a celebrarlo en Sevilla el primer viernes de marzo, partiendo de la «capilla de las Flagelaciones» de su palacio y concluyendo en un pilar de la Huerta de los Ángeles.

 Este recorrido piadoso simboliza los 997 metros (1321 pasos) que separaban el pretorio de Pilatos del Monte Calvario.

Los terrenos de aquella huerta pertenecían a la cofradía de los Negros, que realizaba hasta allí una romería que acabó convirtiéndose en un vía crucis.
 Más adelante, se erigió el templete de la Cruz del Campo y fue la corporación quien tuvo la responsabilidad de adecentarlo. Hasta allí hacían estación de penitencia algunas hermandades pero la última en dejar de hacerlo fue los Negritos.

 El vía crucis a la Cruz del Campo acabó abandonándose por parte de la Casa Ducal y se volvió a retomar en 1957, cuando el por entonces marqués de Tarifa, instó a las cofradías de la zona a ayudar para su organización.
Desde entonces, preside este acto la Cruz de las Toallas, que era la que primitivamente iniciaba este vía crucis. Este año, además de la Cruz de las Toallas, irá el Cristo de la Fundación, cuyo nombre le viene por la propia institución hospitalaria que dio origen a la hermandad. Lo hará el primer viernes de marzo, el día en el que en Sevilla rememora la fundación de la Semana Santa.

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