El culto se iniciaba con el traslado del Santo Lignum Crucis de la Hermandad de la Vera Cruz desde la Capilla Real hasta el altar del Jubileo.
Posteriormente, a la hora indicada, comenzaba el rezo de las distintas estaciones, donde aguardaban representantes de las hermandades elegidas para representar los pasajes, con cruces de penitentes prestadas por la Hermandad de Santa Cruz.
El cortejo lo abrían los hermanos de la Hermandad del Silencio escoltando su Cruz de Guía.
Al terminar el Arzobispo impartía la bendición a los asistentes con el Santo Lignum Crucis, recordando a Benedicto XVI y agradeciendo el trabajo realizado por las Hermandades, el Consejo y el Ayuntamiento.
http://jesusario.blogspot.com.es/2013/02/reportaje-triduo-del-cristo-del.html
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