
La noche más esperada se convirtió en la noche más triste. Una tras otra, todas las cofradías fueron decidiendo no salir. La Esperanza de Triana y Los Gitanos transmitían optimismo, pero un tremendo chaparrón en el momento de tomar la decisión sobre al estación penitencial desbarató las escasas opciones de recuperar la jornada.
Desde 1933, en plena II República, Sevilla no se encontraba sin Madrugada. Ese año sólo salió La Estrella. Más aún, la Esperanza de Triana no se quedaba sin salir por lluvia desde 1847. Desde entonces se había mojado y había dejado de salir por motivos diversos, pero no por causas meteorológicas. Esta vez no hubo solución
Basílica de la Macarena

Basílica del Gran Poder

Basílica de la Esperanza de Triana

Basílica del Cristo de los Gitanos

Una de las peores semanas santas de la historia. Ni los más antiguos del lugar recuerdan una Semana Santa con cinco días casi sin cofradías.
Fuente: Diario de Sevilla y ABC
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