martes, 8 de marzo de 2022

EL CRISTO ALZADO DE PAMPLONA

 


Propiedad de la Hermandad de la Pasión de Pamplona

Fue encargado por la Junta de la Hermandad en 1931 a Fructuoso Orduna, escultor nacido en Roncal en 1893, que hizo sus estudios artísticos en Zaragoza con el escultor Lasuén y posteriormente trabajó tres años con Mariano Benlliure en Madrid. 





La Diputación Foral de Navarra le concedió una pensión que fue renovada al ganar la tercera medalla en la Exposición Nacional de 1920. Viajó a Italia y presentó uno de los trabajos allí realizados, "Post Nubila Phoebus", a la Exposición Nacional de 1922 en la que consiguió la primera medalla.

Esta obra ha sido muy elogiada y, según Gaya Nuño, "fue un inicio demasiado afortunado, excesivamente comprometedor" que su obra posterior no rebasó.
 Su modelado es muy personal, destaca los músculos con un relieve globular que va desapareciendo, dando paso a unas líneas más continuas. 

Entre su producción destacan los relieves para el Instituto Ramón y Cajal, y el Crucifijo para la Catedral de La Almudena.
 Para Pamplona realizó una lápida conmemorativa y el frontis del Palacio de la Diputación.



 El paso es un Crucificado de cuatro clavos, muy clásico en su composición y actitud. Está acompañado por tres lanzas. Costó 17.500 pesetas, pagadas por un hermano y fue entregado en 1932. 

En 1949 se colocaron unas andas nuevas, rectilíneas, que presentan la siguiente inscripción: "POR ESTE TU SACRO/SANTO CUERPO y SANGRE LlBRAME SEÑOR DE/TODOS MIS PECADOS POR EL SUPREMO SACRIFICIO DE TU MUERTE NO PERMITAS QUE NUN/CA ME SEPARE DE TI". 

 Sustituyó al realizado por Pedro de Eguaras alrededor de 1870 y que hoy se encuentra en la capilla del cementerio.



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