COFRADÍA NUESTRO PADRE JEÚS RESUCITADO, MARÍA SANTÍSIMA DE LA ALEGRÍA Y LAS LÁGRIMAS DE SAN PEDRO
Obra de Ricardo Flecha, 1994.
Es un Cristo de tamaño mayor que el natural, en actitud triunfante.
Representa a Cristo cuando sale del sepulcro, todavía envuelto en el sudario, tras vencer a la muerte.
La mano derecha enarbola hacia lo alto una cruz y a la vez la sábana del sudario que le cubre la espalda.
Hasta 1994, la Cofradía procesionó la imagen del Resucitado de la antigua Cofradía, una figura musculosa de tamaño algo inferior al natural que hoy se conserva en la Iglesia de Santiago.
En 1993 encargó al imaginero zamorano Ricardo Flecha Barrio la talla de Nuestro Padre Jesús Resucitado que fue bendecida el 19 de marzo de 1994 por el Sr. Arzobispo D. José Delicado Baeza, pasando a ser entonces la imagen titular, sustituyendo a la que desde 1960 había dado culto y procesionado.
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