MANTO GRANATE
Otra de las grandes piezas patrimoniales que la Duquesa regaló a la hermandad de Los Gitanos fue el manto bordado en oro, de color granate, con el escudo de la Casa de Alba en el centro, que la Virgen de las Angustias alterna con el azul pavo de Carrasquilla, cuya restauración fue sufragada también por Doña Cayetana. Este manto está realizado en el taller de Fernández y Enríquez.
RESPIRADEROS
En la Virgen de las Angustias estrenó unos impresionantes respiraderos repujados en plata, por el taller de Orfebrería Andaluza bajo diseño de Fernando Aguado, que se inspiraban levemente en los antiguos que conserva la hermandad cuyos modelos eran obra de Buiza. Se emplearon para su ejecución 125 kilos de plata, donados por la Duquesa de Alba.
CANDELABROS DE COLA
Fueron uno de los primeros regalos de la Duquesa a Los Gitanos. En 1958 se estrenan candelabros de cola en plata de ley para la Santisima Virgen de las Angustias.
LA HERMANDAD MUY AGRADECIDA A LA DUQUESA
EN SEMANA SANTA
Nunca faltaba a la cita con la Semana Santa de Sevilla.
Sus devociones estaban entre el Señor de la Salud y la Virgen de las Angustias, de quien era camarera honoraria.
Los Gitanos le debe a Doña Cayetana de Alba la casa donde reside. Una hermandad errante, como la raza de la que toma nombre, que por fin vio cumplido su sueño de tener un templo en propiedad 250 años después de su fundación.
El agradecimiento eterno de la hermandad a Doña Cayetana se materializa en la visita que la cofradía hace cada año a su casa, la Casa de las Dueñas.
Ya sea durante la Madrugada o en la mañana del Viernes Santo, ya de regreso, los pasos del Señor de la Salud y de la Virgen de las Angustias se vuelven hasta la maravillosa Casa donde nacieron los hermanos Machado, ahora de la Casa de Alba.
Incluso, la duquesa mandaba preparar avituallamiento para los costaleros, que entraban en la Casa a reponer fuerzas.
La devoción por las imágenes de Los Gitanos la han heredado sus hijos. Cayetano Martínez de Irujo es costalero del Señor de la Salud y su hija Eugenia nunca se ha perdido la salida o entrada de la hermandad, de la mano siempre de su madre.
Otra anécdota que simboliza la unión entre la Casa de Alba y la hermandad tuvo lugar en la Madrugada de 1999. Aquel año, la cofradía salía ya de su nuevo templo, levantado por la duquesa. Al salir la Virgen de las Angustias, el capataz, Alberto Gallardo, dedicó una levantá del paso de palio a Eugenia, que desde pequeña no faltaba nunca a la cita.
EN SU MUERTE
Preparó la capilla ardiente
en la que se colocaron junto al féretro un cuadro del Cristo de los Gitanos y otro de la Virgen de las Angustias, pertenecientes a la Hermandad.
SU DESEO, DESCANSAR A LOS PIES DEL CRISTO DE LOS GITANOS
UN ACTO SENCILLO
La colocación de las cenizas ha estado presidida de un breve oficio religioso, al que por expreso deseo de la familia sólo han asistido los familiares directos de la aristócrata y la junta de gobierno de la Hermandad de los Gitanos, que a las 17.45 horas esperaba la llegada de la urna fúnebre luciendo sus enseñas en la puerta del templo.
Ha sido Cayetano Martinez de Irujo el hijo encargado de portar dentro del templo la urna con las cenizas, y la ha colocado a los piés del Cristo de los Gitanos y se ha cantado la Salve.
Antes de depositarla él mismo en la hornacina, todos los familiares la han besado.
A continuación la colocó en su lugar y unos operarios han fijado la lápida de mármol, momento que ha provocado que se desborde la emoción de la mayoría de los asistentes.
El confesor de la duquesa, Ignacio Sánchez Dalph, ha pronunciado unas palabras de despedida.
Ha dirigido el oficio religioso el carmelita descalzo Juan Dobado, director espiritual de la Hermandad de los Gitanos.ç
El oficio se ha celebrado bajo las imágenes de Nuestro Padre Jesús de la Salud, conocido como Cristo de los Gitanos, y de la Virgen de las Angustias, ubicadas en el altar mayor e imágenes titulares de dicha hermandad, una de las que salen en procesión en la madrugada del Viernes Santo.
Sus cenizas depositadas en un capilla lateral, muy cerquita de su Cristo, en el lado derecho, según se entra, bajo un cuadro de tamaño mural que representa la Resirrección y bajo una lápida de marmol.
En la lápida está escrito: «Aquí reposan las cenizas de nuestra hermana, doña Cayetana Fitz-James Stuart y de Silva, duquesa de Alba. Camarera de honor de María Santísima de las Angustias, medalla de oro, y gran benefactora de esta Hermandad de los Gitanos, gracias a cuya contribución y ayuda fue posible la reconstrucción de este Santuario. Estará por siempre en la memoria de nuestra hermandad. 1926-2014».
http://www.vanitatis.elconfidencial.com/multimedia/album/noticias/2014-11-21/el-funeral-de-la-duquesa-de-alba-en-imagenes_500411/#3
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