sábado, 3 de noviembre de 2018

MISA ESTACUINAL DE LA ESPERANZA DE TRIANA

VIERNES 2 DE OCTUBRE


La imagen puede contener: interior

La Esperanza de Triana está recibiendo en la Catedral la visita de miles de sevillanos y devotos.


La breve estancia de la dolorosa en la Seo Hispalense ha motivado este hecho que solo podrá ser visto en la jornada de hoy, 2 de noviembre en horario de 8:00 a 22:00 horas de forma ininterrumpida.

 La entrada al público será por la Puerta de los Palos, donde a estas horas la cola se adentra en la calle Mateos Gago.



MISA ESTACIONAL


La imagen puede contener: interior
En la mañana del sábado 3 de noviembre,




 con motivo del sexto centenario fundacional presidirá la misa estacional conmemorativa de este aniversario a las 11 de la mañana en el altar del Jubileo. La eucaristía será presidida por el arzbispo de Sevilla Juan José Asenjo.





HOMILIA

En esta mañana, habéis venido a la Catedral a dar gracias a Dios en el aniversario de la fundación de vuestra Hermandad en el año 1418 en la real parroquia de Santa Ana. Desde entonces, más de veinte generaciones de cofrades y miles y miles de devotos os habéis postrado ante la Señora para referirle vuestras penas y dolores, vuestras dificultades, alegrías y gozos, encomendándole a vuestros hijos, a vuestros enfermos y ancianos y todas vuestras necesidades materiales y espirituales, encontrando siempre en Santísima Virgen una mirada llena de dulzura y bálsamo y medicina para vuestros sufrimientos. Es justo, pues, que en esta mañana demos gracias a Dios por las muchas dádivas que ha derramado sobre todos vosotros y sobre vuestras familias en estos DC años de dones y bendiciones.


Vuestra peregrinación a la catedral debe ser un acontecimiento de gracia para vuestra hermandad. Lo será si, además de la rememoración de un suceso histórico glorioso, que a todos los llena de alegría, tiene también un marcado carácter espiritual, que propicie la conversión de todos nosotros. La conversión debe ser el argumento central de esta conmemoración, que ha de incluir una llamada vibrante a la renovación de la vida cristiana de sus miembros.


 El papa Francisco nos ha repetido sin cesar en estos años que él busca la reforma de las estructuras de la Iglesia, uno de los objetivos importantes de su pontificado, pero que el objetivo último es la reforma, la conversión de nuestros corazones, la conversión de cada uno de nosotros los cristianos, para abandonar los miedos que nos paralizan y la tibieza que nos impide salir de la mediocridad con el corazón repleto de esperanza, de misericordia, de fidelidad y de ardor apostólico.


El fin último de vuestra peregrinación a la catedral, madre y cabeza de todas las iglesias de la Archidiócesis, debe ser el encuentro con Jesucristo, que trasforma nuestra vida, le da un nuevo sentido, una esperanza renovada, una alegría recrecida y rebosante y una sorprendente plenitud. Es la experiencia de los apóstoles, de Pablo, de la Samaritana, de Zaqueo, del Buen Ladrón, de los santos y de los millones de hombres y mujeres, que a lo largo de la historia de la Iglesia se han encontrado con Jesús, pues como nos dice el papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, “la alegría del evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría”.

.La peregrinación de vuestra hermandad a la Catedral es una invitación a todos los cofrades a salir de la frivolidad, la tibieza, la mediocridad, el aburguesamiento espiritual y las apariencias inanes, y a restaurar la soberanía de Dios en vuestras vidas, porque admitir la primacía de Dios es plenitud de sentido y de alegría para la existencia humana, porque el hombre ha sido hecho para Dios y su corazón estará inquieto hasta que descanse en Él. Por ello, con san Pablo, queridos cofrades, os invito a dejaros reconciliar con Dios, que está siempre dispuesto, como en el caso del hijo pródigo, a acogernos, a recibirnos, a abrazarnos y a restaurar en nosotros la condición filial.

La celebración de vuestros seiscientos años de historia debe constituir, queridos cofrades de la Esperanza de Triana, una verdadera Pascua, el paso del Señor junto a vosotros, a la vera de vuestra corporación, a la vera de vuestras vidas, para convertirlas, recrearlas y renovarlas. Que ninguno de vosotros echéis en saco roto la múltiple gracia de Dios que en este aniversario quiere derramarse a raudales sobre vosotros. Que todos le abráis con generosidad las puertas de vuestros corazones y de vuestras vidas. En su primera encíclica, Deus caritas est, el papa Benedicto nos encareció con mucha nitidez que el cristianismo no es primariamente un hecho cultural, ni un sistema ético, ni un sentimiento, ni un conjunto de tradiciones familiares por bellas que sean. El cristianismo es, ante todo, el encuentro con una persona, Jesucristo, hasta tal punto que “no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro… con una Persona , que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” (DCE 1).


.En el momento presente, más que en épocas pasadas, la Iglesia en Sevilla necesita cofrades convertidos, cofrades espiritualmente vigorosos y conscientes del tesoro que poseen y de la misión que les incumbe; cofrades orantes y fervorosos, que viven en las cercanías del Señor, que aman a la Iglesia y viven la comunión con ella, con la parroquia, con los sacerdotes, con los obispos y con todos los que buscamos el Reino de Dios; cofrades que tienen corazón de apóstol, que no permiten que su fe se fosilice, cofrades que comparten con sus conciudadanos el tesoro de la fe que han recibido, cofrades que rezuman misericordia, que sirven a los pobres y de los que sufren y que aspiran seriamente a la santidad.

Se pide por todos los hermanos difuntos en sus 6 siglos de historia.

La catedral a tope, 4.000 personas



Finaliza la misa estacional del sexto centenario fundacional de la Esperanza de Triana con unas palabras de agradecimiento del Arzobispo de Sevilla, Monseñor Juan José Asenjo Pelegrina






No hay comentarios:

Publicar un comentario