martes, 17 de abril de 2018

TOMAR LA CRUZ Y SEGUIRLE

SANTÍSIMO CRISTO DE LAS TRES CAIDAS DE MADRID
Titular de




«Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese así mismo, tome su cruz y sígame» (Mt 16,24).


 La cruz. Instrumento de una muerte infame.

No era lícito condenar a la muerte en cruz a un ciudadano romano: era demasiado humillante. Pero el momento en que Jesús de Nazaret cargó con la cruz para llevarla al Calvario. marcó un cambio en la historia de la cruz. De ser signo de muerte infame, reservada a las personas de baja categoría, se convierte en llave maestra.

Con su ayuda, de ahora en adelante, el hombre abrirá la puerta de las profundidades del misterio de Dios. Por medio de Cristo, que acepta la cruz, instrumento del propio despojo, los hombres sabrán que «Dios es amor»

Amor inconmensurable: «Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna» (Jn 3, 16). Esta verdad sobre Dios se ha revelado a través de la cruz. ¿No podía revelarse de otro modo? Tal vez sí. Sin embargo, Dios ha elegido la cruz. El Padre ha elegido la cruz para su Hijo, y el Hijo la ha cargado sobre sus hombros, la ha llevado hasta al monte Calvario y en ella ha ofrecido su vida.



En la cruz está el sufrimiento, en la cruz está la salvación, en la cruz hay una lección de amor.

 La Cruz es signo de un amor sin límites Cae por agotamiento. Tiene el cuerpo ensangrentado por la flagelación, la cabeza coronada de espinas

Le faltan las fuerzas. Cae, pues, y la cruz lo aplasta con su peso contra la tierra. Jesús cae y se levanta. De este modo, el Redentor del mundo se dirige sin palabras a todos los que caen. Les exhorta a levantarse. Cristo se desploma de nuevo a tierra bajo el peso de la cruz.


 La muchedumbre que observa, está curiosa por saber si aún tendrá fuerza para levantarse.
 Reflexión, San juan Pablo II



Señor de las Tres Caidas
Dios de la mano en tierra
que mueres por redimir
a la humanidad entera.

Señor de las Tres Caidas
por espina coronado
camina lento al Calvario
con nuestra Cruz que pesa tanto.


Cara morena doliente
cuerpo lleno de hematomas
heridas que emanan sangre
mientras las fuerza se agotan.

Caminas pasito a paso
te apoyas en una roca
y el centurión a caballo
no muestra misericordía.


Dios que entregas la vida
cuando el Viernes Santo llega
limpias del primer pecado
a todo aquel que se acerca.

Bendice a los que te aman
perdona a los que pecamos
danos tu aliento de vida
y no nos sueltes de tu mano.



No hay comentarios:

Publicar un comentario