miércoles, 17 de julio de 2024

MISERERE MEI, DEUS

El Miserere —también llamado Miserere mei, Deus— es una composición creada por Gregorio Allegri (1582-1652) en el siglo xvii durante el pontificado del papa Urbano VIII (1568-1644).



 Se trata de la musicalización del salmo 51, llamado Miserere, también conocido como el Salmo de David en el Antiguo Testamento.

 Relata la visita al profeta Natán del rey David por haber cometido adulterio con Betsabé.

 Se compuso para ser cantada en la Capilla Sixtina dentro de la Basílica de San Pedro, miércoles y viernes durante los maitines de Semana Santa. 

Originalmente se interpretaba en latín.

 Historia 

Allegri lo realizó hacia 1638. Está escrita para dos coros, uno de cuatro voces y otro de cinco. Uno de los coros canta una versión simple del tema original y el otro coro, a cierta distancia, canta un comentario más elaborado.

 Es uno de los mejores ejemplos del estilo polifónico del Renacimiento, llamado en el siglo xvii stile antico o prima prattica, y denota las influencias combinadas de la escuela romana (Palestrina) y veneciana (Andrea y Giovanni Gabrieli, el coro doble).



 En un principio, se impuso una prohibición de ejecutar la obra fuera de la capilla Sixtina; incluso se amenazaba con la excomunión a quien la copiara, pese a lo cual se hicieron algunas copias. El emperador Leopoldo I de Austria solicitó y obtuvo una, que conservó en la Biblioteca Imperial de Viena. Sin embargo, cuando la hizo ejecutar pensó que había sido engañado. Entonces, el papa despidió al maestro de capilla de la época, quien tuvo que trasladarse a Viena para explicar las técnicas de ejecución y las improvisaciones —los llamados abbellimenti que nunca eran escritos, sino que eran pasados de intérprete a intérprete en el coro de la capilla— que según él no podían ser reflejados en el papel, a fin de poder ser contratado nuevamente. El padre Giovanni Battista Martini poseía otra copia.



 Según la tradición, Mozart a la edad de 14 años, tras escuchar la obra tan solo una vez, la transcribió al papel de memoria, para luego hacerle correcciones menores en una segunda ocasión. Este hecho es ampliamente recordado como muestra del genio de Mozart y viene reflejado en una carta que escribió su padre, Leopold Mozart, a su esposa. El papa, al enterarse de lo sucedido, no solo no lo excomulgó sino que lo nombró caballero de la Orden de la Espuela de Oro. La copia de Mozart, que reflejaba las improvisaciones, no ha sido conservada. En 1771, el Dr. Charles Burney, después de un viaje a Italia, publicó en Londres una versión de la obra, basada posiblemente en la copia de Martini, la de Mozart y, quizás, una copia obtenida de la propia capilla Sixtina. No obstante, algunos autores como Ben Byram-Wigfield1​ consideran que los detalles de esta leyenda son una invención del siglo xix, basándose en el desconocimiento de la fecha en que Mozart estuvo en Roma y la música que escuchó, la ausencia de excomunión, el que pese a la prohibición se podían obtener copias con relativa facilidad, así como que ya se habían obtenido copias con anterioridad (la obra se había interpretado en Londres dos veces). Por ello bien pudo ocurrir que Mozart comprara una copia en vez de transcribir la pieza de memoria. Texto 



El texto original fue escrito en latín; se acompaña su traducción:

 Miserere mei, Deus: secundum magnam misericordiam tuam. Et secundum multitudinem miserationum tuarum, dele iniquitatem meam. 

Amplius lava me ab iniquitate mea: et a peccato meo munda me.

 Quoniam iniquitatem meam ego cognosco: et peccatum meum contra me est semper. 

Tibi soli peccavi, et malum coram te feci: ut justificeris in sermonibus tuis, et vincas cum judicaris. Ecce enim in iniquitatibus conceptus sum: et in peccatis concepit me mater mea.

 Ecce enim veritatem dilexisti: incerta et occulta sapientiae tuae manifestasti mihi. 

Asperges me hysopo, et mundabor: lavabis me, et super nivem dealbabor. 

Auditui meo dabis gaudium et laetitiam: et exsultabunt ossa humiliata.

 Averte faciem tuam a peccatis meis: et omnes iniquitates meas dele. 

Cor mundum crea in me, Deus: et spiritum rectum innova in visceribus meis. Ne proiicias me a facie tua: et spiritum sanctum tuum ne auferas a me. 

Redde mihi laetitiam salutaris tui: et spiritu principali confirma me. Docebo iniquos vias tuas: et impii ad te convertentur. 

Libera me de sanguinibus, Deus, Deus salutis meae: et exsultabit lingua mea justitiam tuam. 

Domine, labia mea aperies: et os meum annuntiabit laudem tuam. Quoniam si voluisses sacrificium, dedissem utique: holocaustis non delectaberis. 

Sacrificium Deo spiritus contribulatus: cor contritum, et humiliatum, Deus, non despicies. 

Benigne fac, Domine, in bona voluntate tua Sion: ut aedificentur muri Ierusalem. 

Tunc acceptabis sacrificium justitiae, oblationes, et holocausta: tunc imponent super altare tuum vitulos. 


 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia: conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 

Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones; y mi pecado está siempre delante de mí. 

A ti, a ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos: porque seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio. 

He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre. He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo: y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. 

Purifícame con hisopo, y será limpio: Lávame, y seré emblanquecido más que la nieve. Hazme oír gozo y alegría; y se recrearán los huesos que has abatido. 

Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh, Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí. 

No me eches de delante de ti; y no quites de mí tu santo espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación; y el espíritu libre me sustente.

 Enseñaré a los prevaricadores tus caminos; y los pecadores se convertirán a ti. Líbrame de homicidios, oh Dios, 

Dios de mi salud: cantará mi lengua tu justicia. Señor, abre mis labios; y publicará mi boca tu alabanza. Porque no quieres tú sacrificio, que yo daría; no quieres holocausto.

 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado: al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. 

Haz bien con tu benevolencia a Sion: edifica los muros de Jerusalén. 

Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada: entonces ofrecerán sobre tu altar becerros.

sábado, 23 de marzo de 2024

TIEMPO LITURGICO, SEMANA SANTA

 TERMINAEL TIEMPO DE CUARESMA Y EMPIEZA.........

TIEMPO DE  SEMANA SANTA

 Si se puede hablar a lo largo del Año litúrgico de un tiempo de gran riqueza litúrgica ese tiempo es sin duda la Semana Santa. Domingo de Ramos, Oficios del Jueves y Viernes Santos y la Vigilia Pascual son momentos cumbres del año litúrgico. 



 La actual Liturgia de la Semana Santa se inicia a partir de los años 1951 y 1955 siendo papa Pío XII que reforma primero la Vigila Pascual y posteriormente toda la Semana Santa. 

El Concilio Vaticano II, en la Sacrosantum Concilium la culmina con la posterior publicación del Misal romano de 1969. Ya quedaron atrás el uso del Tenebrario para iluminar tenuemente el templo e ir apagando todas sus velas excepto una en el suprimido Oficio de Tiniebas y en el cual los fieles tocaban sus carracas, o el enorme desarrollo de los llamados “monumentos”, arquitecturas efímeras para albergar la reserva del Santísimo que hoy sigue su costumbre pero de forma más discreta. 

 Hasta las reformas citadas se consideraba al Sábado Santo como día de Gloria (sábado de Gloria) ya que la Vigilia pascual se celebraba por la mañana. 



 Comienza la Semana Santa con el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor (que ese es su actual nombre aunque errónea e indebidamente se le siga llamado Domingo de Pasión al anterior al de Ramos). 

El Domingo de Ramos, en todas las Misas, es obligatorio hacer conmemoración de la Entrada del Señor en Jerusalén, que puede realizarse con una procesión, con entrada solemne o con entrada simple, según las circunstancias de cada momento y lugar. Las palmas y los ramos, que son signos populares de victoria, manifiestan que la muerte en la Cruz es signo de victoria. 

Los fieles han de tener los ramos en las manos antes de la celebración ya que la distribución de los ramos ha sido suprimida.

 Ese día los celebrantes usan el color rojo que apunta a la muerte del Mártir y a su posterior Victoria uniendo así la Entrada de Jesús con su muerte y resurrección. 

 Acabada la procesión se dice inmediatamente la oración colecta, suprimiéndose pues los ritos iniciales. Asimismo se debe leer la Pasión, por lo menos en su forma abreviada. Se leerá el relato de la Pasión según el evangelista del año que toque (Mateo, Marcos o Lucas ya que el relato de Juan se reserva siempre para el Viernes Santo) y ya desde antiguo se adoptó la costumbre de actuar tres lectores distintos: el que hace de Jesús (reservado al celebrante), otro narrador y un tercero que personifica al resto de los demás interlocutores, costumbre que debe mantenerse cuando sea posible. 


 En la mañana del Jueves Santo se celebra por el obispo la llamada “Misa Crismal” en la cual se bendicen los Santos Oleos que se usarán durante el año. Es una Misa a la cual están especialmente llamados los sacerdotes, que en la misma renovaran sus promesas sacerdotales. 



 El Triduo Pascual, que comienza con la Misa “in coena Domine” y termina en la Vigilia Pascual, es el ápice de la Liturgia que estallará en la celebración del domingo pascual. 




 El Triduo Pascual comienza con la misa vespertina del Jueves Santo en la Cena del Señor (dando por finalizado el período cuaresmal precedente) tiene como característico el rito del Lavatorio de los pies tras la Liturgia de la Palabra y la reserva del Santísimo para la comunión del día siguiente ya que el Viernes Santo no se celebra la Misa ni se consagra. Al final de la Misa se omite el rito de despedida y la bendición y se hace el traslado del Santísimo Sacramento. Se despoja el Altar sin ninguna ceremonia y si es posible se retiran las cruces de la iglesia o en su defecto se velan.



 El Viernes Santo, primer día del Triduo Pascual, Pascua de Cristo crucificado es un día alitúrgico puesto que es un día en que la Iglesia no celebra la Eucaristía (al igual que el Sábado Santo) aunque si se reparte el Cuerpo de Cristo (novedad introducida con la reforma), se lee la Pasión de Jesús según el evangelio de Juan, a ser posible dialogada, y se hace la adoración de la Cruz. La oración de los fieles tiene ese día una especial importancia. El color litúrgico que corresponde es el rojo. 

 El Sábado Santo, segundo día del Triduo, Cristo en el sepulcro, es también un día alitúrgico en el cual no hay ninguna celebración sacramental prevista. 



 En la Vigilia Pascual, que comienza con la Liturgia del Lucernario, bendición del fuego y posterior Pregón pascual prosigue con la Liturgia de la Palabra con nueve lecturas incluyendo los salmos, en las cuales al acabar las pertenecientes al Antiguo Testamento se canta el Gloria, se encienden las luces del templo que hasta ese momento ha permanecido a oscuras y se adorna el Altar con luces y flores para seguir con la Liturgia bautismal en la que se pueden bautizar a los catecúmenos y renovar las promesas bautismales.



 En la procesión hacia el baptisterio se entonan las letanías de los santos. Terminada la Liturgia bautismal se continúa con la liturgia eucarística en la forma acostumbrada. Las vestiduras son blancas. Históricamente se comenzó celebrando solamente la Vigilia Pascual y de ahí se pasa en el S. IV a celebrar el Triduo Pascual, y como consecuencia, la Semana Santa completa. Como normas litúrgicas hay que tener en cuenta que durante el Triduo pascual no se tocan campanas (suena la popular matraca), el Altar permanece despojado sin Cruz ni mantel desde la terminación de la Misa en la Cena del Señor del Jueves Santo y sin flores o muy escasas y el Sagrario permanece abierto y vacío. No suena la música y el coro, si interviene, lo hace "a capella". 



 El Viernes Santo y el Sábado según la oportunidad se guarda el sagrado ayuno de la Pascua que no tiene ya carácter penitencial. En la Vigila Pascual, por el contrario, todo debe rezumar alegría: se deben poner flores, alfombras, y a partir del Gloria suenan las campanas y los instrumentos musicales. Debe contrastar claramente la austeridad cuaresmal con la alegría de la Resurrección. 

 Desde el final de la Misa vespertina del Jueves Santo hasta la medianoche se considera reserva solemne. El Viernes Santo se da el culto habitual a la reserva eucarística y tras los Oficios se debe retirar la reserva de la veneración de los fieles y colocarla en un lugar privado. También se hace genuflexión a la Cruz desde los Oficios del Viernes Santo hasta la Vigilia pascual.

 Desde estas líneas invitamos a todos los católicos a participar en los actos litúrgicos de la Semana Santa, cada uno en su parroquia respectiva, Iglesia Penitencial o en la catedral. Ningún cristiano debe perder la ocasión de participar en los actos litúrgicos de esos días pues no hay mejor manera de celebrar el Misterio de nuestra salvación. Y al salir de los Oficios ¡A ver Cofradías

viernes, 1 de marzo de 2024

JESUS DE MEDINACELIS 2024 EN MADRID

 El primer viernes de Marzo de cada año tiene lugar su multitudinario besapiés, al que acuden miles de fieles para besar los pies de la imagen del Jesús de Medinaceli en Madrid. 

Durante toda la jornada del 1 de marzo de 2024 los devotos se acercan a la Basílica de Jesús de Medinaceli para realizar el tradicional besapiés y venerar a la figura, a la que se atribuyen propiedades milagrosas


La Basílica de Jesús de Medinaceli,
 es una de las cinco basílicas que existen en Madrid, famosa por albergar la imagen del Cristo de Medinaceli, un cristo nazareno del siglo XVII de gran devoción entre los madrileños. 
Cada año, el primer viernes de marzo, se celebra un popular besapiés de la imagen. 




 El templo, declarado basílica menor por el papa Pablo VI en 1973, se levanta sobre el antiguo Convento de trinitarios descalzos de Nuestra Señora de la Encarnación. Es la sede canónica de la Archicofradía Primaria de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli. Actualmente está regida por una comunidad de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos. 

 Como todos los años, el primer viernes de marzo, al menos desde hace un siglo, se ha convertido por tradición en el día en que los devotos de esta talla se concentran para rezar y pedir ante la imagen de Jesucristo. 

Y Jesús tocó el suelo de Madrid, haciéndose humilde, para que todos nos podamos postrar ante su sagrada imagen, venerándole con el tradicional gesto del besapié.



Y es un momento para que los curiosos, también, se crucen con algún miembro de la Familia Real española. Porque desde hace décadas los Borbones cumplen con la tradición de besar el pie izquierdo del Cristo. Los allí presentes esperan encontrar a la Reina Doña Sofía, la que más años ha venerado al Cristo, sin embargo, este 2024 les esperaba una sorpresa. 

Felipe VI se encomienda al Cristo de Medinaceli el día de su adoración 

Felipe VI ha retomado la tradición que durante más de 300 años han llevado a cabo los miembros de la casa real.

El Rey renovó el vínculo de la Casa Real con esta talla histórica de Madrid tras seis años de ausencia 

 Pasaban las diez de la mañana cuando el sol comenzaba a templar en la plaza Jesús 2, de pronto, un coche oficial se detenía a la entrada de la Basílica del Cristo. De él, para alegría de los curiosos, descendía Felipe VI. Dentro de la iglesia, atestada, muchos devotos esperaban y se giraban para mirar curiosos quién había llegado. 


El Jefe del Estado saludó a los presentes y entró en el templo bajo los acordes del himno de España interpretados por el órgano de la iglesia. 







Como todos los años, un miembro de la familia aristocrática Medinaceli le esperaba dentro para recibirle. Felipe VI besó el pie izquierdo del Cristo, renovando su compromiso con la talla y con la tradición madrileña. 




 Habían pasado seis años desde la última vez que el Rey cumplió con la tradición. Fue en 2018 cuando el Monarca se personó por última vez ante el Cristo. Desde entonces, la Reina Sofía le ha representado todos los años. Doña Letizia sólo acudió en una ocasión. Fue en marzo de 2004, antes de su boda con Felipe VI.



El rey luce la medalla de esclavo de honor de la hermandad 

La visita, de unos veinte minutos, se ha completado con un encuentro en la sacristía con los padres capuchinos y algunos miembros de la Cofradía de Jesús de Medinaceli. El rey ha lucido el cordón con la medalla de esclavo de honor que la hermandad le concedió en 2018. 

 A la salida de la basílica, situada cerca del Congreso de los Diputados, las personas congregadas en el exterior han vuelto a vitorear al monarca, que se ha acercado a saludar a algunas de ellas antes de montar en el coche oficial para acudir a otro acto.

Eucaristia en la Basilica

Desde las 00h y hasta que pase el último fiel de la fila, se celebrarán Eucaristías en la Basílica a cada hora en punto, y las confesiones tendrán lugar en la cripta. ¡¡Feliz Primer Viernes de Marzo a todos, esclavos y devotos de Jesús de Medinaceli!!


Almeida asisten al tradicional Besapiés del Cristo de Medinaceli

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha visitado hoy la Basílica del Cristo de Medinaceli para honrar la tradición del besapiés que se realiza cada primer viernes del mes de marzo y que, en esta ocasión, tiene un significado especial ya que el alcalde ha sido reconocido como ‘esclavo de honor de la Archicofradía Primaria de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli’.



Acompañado por el concejal-presidente del distrito de Centro, Carlos Segura, el alcalde ha pedido hoy al Cristo “por las víctimas y los familiares del 11M” que sufrieron “aquel trágico y dramático atentado” en la capital, del que se cumplen este mes 20 años. Almeida no ha querido olvidarles en esta efeméride y ha pedido “para que los llevemos siempre en nuestro recuerdo y para que guíen nuestro futuro en paz como sociedad”.



El alcalde se ha mostrado “profundamente orgulloso” por el significado de la distinción que ha recibido y por hacerlo “representando a todo el pueblo de Madrid”, según ha afirmado tras recoger la medalla de manos del hermano mayor de la Archicofradía, Miguel Ángel Izquierdo. La Archicofradía de Jesús de Medinaceli, ha recordado Almeida, cuenta con la Medalla de Oro de la ciudad de Madrid “por la extraordinaria labor que hace no sólo desde el punto de vista apostólico, sino desde el punto de vista asistencial, realizando una labor social muy digna de elogio”. Visita de Felipe VI


JESÚS DE MEDINACELI II

 SIGUE SU HISTORIA



Durante la Guerra Civil, el día 13 de marzo de 1936 los devotos y vecinos del convento lograron impedir que la imagen fuera destruida por un piquete de revolucionarios.

El 17 de julio los frailes ocultaron la imagen en una caja de madera, y envuelta en sábanas, en los sótanos del convento.

 Alojándose en el mismo el batallón republicano conocido con el sobrenombre de "Margarita Nelken", y para mitigar el frío del invierno madrileño que allí padecían sus tropas, al buscar unas tablas para calentarse se encontraron con la sorpresa de la caja que contenía la sagrada imagen... Al comprobar Juan Manuel Oliva, jefe del batallón, "a las cuatro de la tarde" que se trataba del Cristo de Medinaceli, no sólo por motivos artísticos, sino también religiosos, entregó la imagen a la "Junta del Tesoro", que la trasladó bien pronto a la ciudad de Valencia, concretamente al Colegio del Patriarca.

 En marzo de 1938 fue transportada a Barcelona y desde allí , el día 3 de febrero de 1939, fue trasladada con todo el Tesoro Artístico a la ciudad suiza de Ginebra, a la que llegó el día 12 de febrero

.Jesús de Medinaceli a su regreso de Ginebra

Cuando terminó la guerra y fue recuperado el Tesoro, Don Fernando Álvarez de Sotomayor, representante del nuevo Gobierno español, consiguió que la imagen del Cristo saliera de Ginebra el día 10 de mayo de 1939, siendo esperada con toda devoción en Pozuelo de Alarcón, pueblo cercano a Madrid.
 Allí fue recibida con honores militares y de ella se hizo cargo la Junta de la Real Esclavitud, llevándola a Madrid, momentáneamente al monasterio de la Encarnación.
La víspera de la festividad de San Isidro, el día 14 de mayo, todo el pueblo de Madrid se organizó en solemne procesión acompañando la imagen hasta el altar de su templo en el que siguió recibiendo el culto y la veneración de multitud de devotos.



Siempre, pero sobre todo los viernes del año, y de forma multitudinaria el primer viernes de marzo, son incontables las personas que acuden a venerar al Cristo de Medinaceli, para lo que han de aguantar largas horas de espera y de incomodidades aún climatológicas, hasta conseguir besarle el pie y formularle las tres peticiones rituales.

La procesión  que a las siete de la tarde comienza a recorrer las calles de Madrid con la imagen del Cristo el Viernes Santo y que organiza la "Archicofradía Primaria nacional de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno" es espectacular y en ella son muchos los que le expresan sus muestras de devoción, agradecimiento y sacrificio de múltiples maneras, rozando algunas de ellas hasta los límites de lo esperpéntico a veces, y otras, de los sacrificios cruentos.

Los viernes son días especiales para venerarla.
Recibe culto en la Iglesia de los RR.PP. Cacpuchinos de la Calle Jesús de la capital. Preside el templo desde su camarín.



El Papa Pablo VI el día 1 de septiembre de 1973 elevaría a Basílica Menor la iglesia de Nuestro Padre Jesús.

LA IMAGEN

Representa el momento en que Pilatos, dirigiéndose al pueblo judío, le dice: "Ecce Homo, he aquí al Hombre".


La imagen de Jesús tiene una altura 173 cm y fue elaborado en talleres sevillanos hacia el siglo XVII.
 Es de talla completa pudiendo ser presentado sin vestir, constando entonces de un paño de pureza.
 Tiene una mirada que refleja un gran sufrimiento así como una gran paciencia.
 La talla está encorvada por el dolor de espalda producido por la flagelación .



. La imagen tiene una cabellera tallada a pesar de que no se muestre al estar tapada por la "artificial" que se le pone.
 La imagen consta de un gran ajuar compuesto por más de treinta túnicas entre las que destacan una de 1846, regalada por el rey Francisco de Asís y otra de 1883, regalo de la Duquesa de Medinaceli.



 Para las grandes ocasiones como el primer viernes de Marzo o la procesión, Jesús luce una corona de oro macizo de medio kilo de peso con piedras preciosas incrustadas, regalo de los joyeros madrileños en la década de los cincuenta.

JESÚS DE MEDINACELI DE MADRID

 NUESTRO PADRE JESÚS DE MEDINACELI      "EL SEÑOR DE MADRID"


Jesus de Medinaceli
La imagen del Cristo es de la primera mitad del siglo XVII, con 1,73 metros de altura. Fue tallada en Sevilla, lo que explica que su iconografía es la correspondiente a los Cristos llamados "de la Sentencia"

SU HISTORIA

En 1614, España llevó a cabo la conquista de la fortaleza norteafricana de La Mámora (actual Mehdía), perteneciente al reino de Fez, que desde el siglo XVI se había convertido en un nido de piratas berberiscos y a la que se rebautizó como San Miguel de Ultramar.

Para cuidar de la atención espiritual de los soldados españoles se reconvirtió en iglesia cristiana a una mezquita de la citada plaza fuerte, cuya atención fue encomendada a los Franciscanos, quienes en 1645 fueron reemplazados por frailes capuchinos. Poco tiempo después el templo resultó destruido por una explosión en uno de los numerosos ataques perpetrados por los musulmanes, lo que obligó a su reconstrucción.

 Para reponer cuanto era necesario, se enviaron desde la Península distintos enseres, entre ellos una imagen de Jesús Nazareno que, en principio, estaba destinada al convento sevillano de los capuchinos y llegó a La Mámora entre 1665 y 1688.

 La imagen se realizó por encargo de la comunidad de los Padres Capuchinos de Sevilla, quienes la llevaron a la colonia española de Mámora en el norte de África.

 El día 30 de abril de 1681, Mámora cayó en manos de Musley Ismael y su ejército y la imagen del Nazareno fue también capturada y llevada a Mequínez.



La historia atestigua por orden expresa del Rey Muley, la imagen fue arrastrada por las calles de Mequinez en señal de odio contra la religión cristiana y hasta algunos aseguran que, como si se tratara de carne humana, fue arrojada a los mismos leones...




Fue vista por el Padre de la Orden de la Santísima Trinidad, Fray Pedro de los Ángeles, quien, arriesgando su vida y presentándose ante el mismo rey, solicitó el rescate de la imagen como si se tratara de un ser vivo.
 Se dice que el rey le permitió al padre trinitario custodiar la imagen, hasta que reuniera el dinero para su rescate, amenazándole que, de no hacerlo así, lo quemaría a él y a la imagen.

 El Padre General de la Orden mandó a los Padres Miguel de Jesús, Juan de la Visitación y Martín de la Resurrección que se encargaran de servir de mediadores en la solución del problema y estos lograron convencer al rey Muley de que tasara el rescate de la imagen pagando su peso en oro.


 La leyenda asegura que la balanza se equilibró exactamente cuando se acumularon treinta monedas. Una y otra vez efectuada esta operación, el resultado fue siempre idéntico, con lo que el recuerdo del episodio evangélico en el que Cristo mismo apareció valorado en esas 30 monedas resultaba milagroso.

La primera advocación popular con la que consta que fue invocada la imagen del Cristo fue la de "Jesús del Rescate".




La imagen, ya rescatada, pasó después a Tetuán, de allí a Ceuta, y por Gibraltar a Sevilla, hasta llegar a Madrid en el verano de 1682.

 Llega con fama de milagrosa. Ese mismo año se organiza la primera procesión a la que asiste el "todo Madrid", pueblo fiel, nobleza y casa real.
Desde entonces todos los años, en la gran romería del primer Viernes de marzo, asiste algún miembro de la familia real a rezar al Nazareno.



La imagen se deposita en el convento de los Padres Trinitarios Descalzos, junto al que en 1689 se le erigió una capilla, donación de los Duques de Medinaceli.

 A consecuencia del decreto de Desamortización firmado por Mendizábal en 1836, la imagen volvió otra vez a peregrinar por Madrid, en esta ocasión hacia la iglesia de San Sebastián en la que permaneció diez años cuando, gracias a la influencia del Duque de Medinaceli,

Archivo:Iglesia de San Sebastián (Madrid) 01.jpg Iglesia de San Sebastian

volvió a la capilla del antiguo convento de Trinitarios, regentado entonces por las Religiosas Concepcionistas de Caballero de Gracia y después por las Agustinas y las Carmelitas de Santa Ana.

Fue en 1890 cuando, al derribarse el convento de los Capuchinos de San Antonio del Prado, sus patronos, los duques de Medinaceli, pensaron instalar definitivamente en su nueva capilla la imagen del Cristo. Esto aconteció el día 8 de julio 1895, interviniendo en la donación la Duquesa Madre de Medinaceli Doña Casilda Salabert y Arteaga.

miércoles, 28 de febrero de 2024

TITULARES DE VUELTA A SAN JOSE Y SANTA ANA GRANADA

El Santísimo Cristo de la Misericordia @silenciogranada y Ntra. Sra . de la Soledad en el Calvario abandonan la Catedral de Granada, camino de San Pedro y San Pablo´


Hoy, a partir de las 17:00, las imágenes del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora de la Soledad en el Calvario volverán en traslado a la Iglesia de San Pedro y San Pablo.













 


sábado, 24 de febrero de 2024

SEMANA SANTA DE SALAMANCA

De Interés Turístico Internacional la Semana Santa de Salamanca, cuenta con 18 Cofradías, Hermandades y Congregaciones

La Semana Santa es una manifestación pública de nuestra fe cristiana, pero también una celebración que añade un gran valor a la historia artística y cultural de nuestra ciudad. La Pasión en madera que, por unos días, abandona la quietud y el recogimiento de los altares para fundirse las calles y plazas con el fervor de los fieles.

Una tradición cristiana que configura nuestra historia e identidad como Pueblo e Iglesia. Miles de salmantinos participan cada año en sus procesiones y una gran parte de la sociedad sale a las calles y plazas para contemplarlas.




Por su declaración de interés turístico internacional son también muchos los turistas que nos visitan para mirar el arte de una Ciudad Patrimonio de la Humanidad qué brinda un escenario único para los desfiles de penitencia.