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miércoles, 1 de mayo de 2013

SEÑOR DE LA HUMILDAD DE GRANADA

Titular de
COFRADÍA DEL SEÑOR DE LA HUMILDAD, SOLEDAD DE NUESTRA SEÑORA Y DULCE NOMBRE DE JESÚS.


La imagen del Señor de la Humildad nos presenta la iconografía del Ecce-Homo en el misterio coronación de espinas, como narración plástica del pasaje evangélico de Marcos 15, 16-19:

“Los soldados lo llevaron dentro del palacio, es decir, al pretorio; convocan a toda la cohorte. Lo visten de púrpura y, trenzando una corona de espinas se la ciñen. Y se pusieron a saludarle: ¡Salve rey de los judíos! Y le golpeaban en la cabeza con una caña le escupían y, doblando las rodillas se postraban ante él.”


Es una imagen de talla completa que muestra a Cristo sentado sobre una peña, con las manos cruzadas y maniatadas bajo el pecho.
 Porta una caña por cetro en su mano derecha y sobre sus sienes corona de espinas. Presenta suave modelado en el tratamiento de la musculatura, en las rodillas y más detallado en las manos.
 Su espalda, oculta por la clámide, muestra los azotes con heridas sangrantes de patético realismo.
 El rostro, sereno y resignado, enmarcado por dos mechones de pelo sobre los hombros. Elementos estos que lo acercan a la escuela de los Mora. Mantiene algunas similitudes con el Ecce-Homo que realizara este escultor para la Capilla Real, sobretodo en el modelado.
 Presenta policromía en semibrillo, propia de la escuela granadina de escultura, con hematomas dispersos por todo el cuerpo, realizados a punta de pincel.
 El sudario se entona en verde escalfado en oro.

Su autoría se mantiene en el anonimato, si bien se ha vinculado su factura a Bernardo de Mora (1614-1684). Por la fecha de entrega al convento, 1689, y los rasgos que presenta, la imagen puede relacionarse de igual modo con sus hijos José y Diego.
 Fue restaurado en 1995 por Francisco Marín Cruces.



  La imagen procede del desamortizado convento de Nuestra Señora de la Victoria, de la rama descalza de la Merced, situado en la calle Molinos.

 En la iglesia de Santo Domingo, recibe culto en capilla propia, de lo cual tenemos constancia desde 1683.


PASO MARTES SANTO

El paso del Señor de la Humildad, escenifica el acto de envestidura con el manto púrpura y la coronación de espinas.


 La escena la completan un sayón que con las tenazas incrusta la corona de espinas en las sienes del Señor y un romano que contempla la acción, ambos de Espinosa Cuadros.

 Con posterioridad, se han incluido un judío arrodillado en actitud de burla y un mimebro del sanedrín que presencia la escena, de Angel Asenjo.

  Los respiraderos, canastillas y candelabros de guardabrisas han sido realizados por el tallista Julián Sánchez, y la hermandad ha ido completando año a año su talla y dorado.

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