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lunes, 27 de mayo de 2013

SEMANA SANTA EN VALLADOLID

VALLADOLID


La Semana Santa de Valladolid es uno de los principales acontecimientos culturales, religiosos y de atracción turística de la ciudad.

 Sus tallas se encuentran entre las de mayor valor artístico del mundo en escultura policromada, gracias sobre todo a imagineros como Juan de Juni y Gregorio Fernández, del periodo en que la ciudad fue Corte del Imperio Español.


 Actualmente en Valladolid se encuentra la sede del Museo Nacional de Escultura, que cede un total de 104 imágenes (distribuidas en los correspondientes pasos) como un hecho museístico singular en España.

Todo ello convierte sus procesiones en auténticas exposiciones de imaginería religiosa en la calle, poniendo de relieve el fuerte vínculo entre religión y arte.

Archivo:SemanaSantaPucela.JPG
 Esto, unido a la devoción, sobriedad, silencio y respeto de los cofrades y el público, y a las características singulares de otros actos como la Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor y el Sermón de las Siete Palabras de la Plaza Mayor, que recuerda a los autos de fe del siglo XVI, han motivado que esta celebración haya sido declarada de Interés Turístico Internacional en 1981.

La Semana Santa de Valladolid ha sido calificada, por todo ello, como la que representa con mayor fidelidad, rigor y detalle la Pasión.


 El Grupo de Teatro Corsario desarrolló en los años ochenta un espectáculo teatral llamado Pasión que recrea la Pasión escenificando los grandes pasos de la Semana Santa vallisoletana y que ha sido repuesto recientemente con gran éxito.

SU HISTORIA

Archivo:Reventon.jpg
Las primeras procesiones en las calles vallisoletanas se celebraron en el siglo XV, si bien anteriormente las hubo en el interior de los conventos, donde nacieron las cinco cofradías históricas:
- Vera Cruz, Angustias,
-Piedad,
-Sagrada Pasión
- Jesús Nazareno,
- la Venerable Orden Tercera.

 En los siglos XVI y XVII llegó el mayor esplendor escultórico, iniciado con las obras de Juan de Juni y de Gregorio Fernández.
 Con el XVIII se entró en una etapa de decadencia, atemperada por la celebración de algunos actos de las cofradías penitenciales y, desde 1810, de la Procesión General de la Pasión, antecedente de la actual Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor, aunque de forma irregular.


En 1920, a instancias del Arzobispo de Valladolid, Remigio Gandásegui, quien contó con la colaboración del arquitecto e historiador Juan Agapito y Revilla y del entonces director del Museo Provincial de Bellas Artes (hoy Museo Nacional Colegio de San Gregorio) Francisco de Cossío, se recuperan los desfiles procesionales con la presencia de las cofradías penitenciales y de las imágenes que se habían ido conservando en el Museo.

 En las procesiones colaboran también asociaciones religiosas seglares, que pronto darán paso a la creación de numerosas nuevas cofradías, todas las cuales se irán incorporando a la renovada Procesión General del Viernes Santo, que adquiere la estructura que se ha mantenido hasta hoy.

Ya desde finales del siglo XX las cofradías han impulsado la recuperación o renovación de su patrimonio imaginero y nuevas salidas procesionales.

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