El Amor de Cristo es representado en iconografÍa con la imagen de un pelícano abriéndose el pecho para alimentar a sus poyuelos con su sangre.
Paralelamente, esta metáfora se aplica a Cristo, que con su sangre, derramada por nosotros, nos redime para la salvación.
Así mismo es una pre-figuración eucarística.
También existe una referencia bíblica en el Salmo 102: 7 "Me parezco al pelícano del desierto..." *; que es una aceptada alusión a Cristo por los teólogos.
La referencia al pelícano de abrirse el pecho para alimentar a sus crías, esta originada en una leyenda medieval que aparece en los bestiarios, en la que las crías hambrientas disputandose la comida hieren al padre, este las golpea a su vez y las mata; tres días después llega la madre al nido encontrando las crías muertas, se abre el pecho a picotazos y su sangre esparcida sobre las avecillas le devuelve la vida.
En los bestiarios explican, que de manera similar, Cristo derramó su sangre para la salvación de los hombres, conectando esta leyenda así mismo la resurrección de Cristo a los tres días.
Esta leyenda del pelícano es a su vez una transposición de la leyenda de la leona que recoge Honorio de Autún en su sermón de Pascua
En nuestros pasos aparece el pelícano en la base de la cruz del Cristo del Amor y en la canastilla del Cristo de la Hermandad del Silencio. * Esta referencia bíblica la he encontrado en diversos libros iconogáficos, pero si miraris en la traducción de la Biblia de Jerusalén, no hace referencia al pelícano, sino al buho; pero el la Biblia latinoamericana esta traducido como pelícano. ( Como nota curiosa y sin tener nada que ver con la Semana Santa de Sevilla, el estado de Luisiana en Estados Unidos tiene en su escudo un pelícano abriéndose el pecho para alimentar a sus poyuelos. )
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