La Trinidad se ha levantado temprano. Era aún madrugada cuando las calles del barrio se han empezado a llenar de vida con un reguero de fieles que por sus recoletas calles desembocaban en la explanada frente a la iglesia de San Pablo, que un cuarto de hora antes de las 7 de la mañana ya estaba llena y no cabía un alfiler para asistir a la misa del alba, que ha sido presidida por el obispo de la diócesis.
Han asistido las autoridades civiles, militares y eclesiásticas.
Tras la eucaristía, han interpretado una saeta los tres primeros clasificados del concurso nacional de saetas.
Bajo los sones de la banda de cornetas y tambores del Cautivo el cortejo se ha puesto en marcha para recibir la lluvia de claveles rojos (a cinco euros la docena) lanzados por los devotos, los piropos y los 'vivas'.
A las 10 de la mañana, la comitiva ha entrado en el Hospital Civil para la visita a los enfermos.
Como es tradicional, los portadores dejaron su lugar en los varales al personal sanitario.
Tras dos años sin acudir, el obispo ha presidido el emotivo acto con la lectura de un pasaje del Evangelio de San Marcos y la imposición de la medalla a los enfermos.
La parte musical ha corrido a cargo de sendas saetas interpretadas por Diana Navarro –ha estado soberbia– y Antonio Cortés. Al final, la banda sinfónica de la Trinidad ha intepretado las marchas 'Madre Trinitaria' y 'Jesús Cautivo', cantadas por el tenor Francisco Almudever Chardí.
Pasadas las 11.15 de la mañana el trono ha abandonado el recinto del Hospital Civil para ir hacia su casa hermandad. Previamente, ha hecho dos emotivos paradas, una en el centro de salud 'Jesús Cautivo' de la calle Sevilla y otro en la casa hermandad del Santo Traslado.
http://www.diariosur.es/multimedia/fotos/semana-santa/96003-traslado-cautivo-congrega-miles-malaguenos-0.html
Fuente diario Sur.es
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