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domingo, 20 de marzo de 2011

LA PASIÓN DE BALMASEDA




 Unos 350 vecinos de Balmaseda protagonizarán este año el Vía Crucis viviente que se representa en la localidad encartada el Jueves y Viernes Santo, una tradición que se remonta al siglo XVIII y que cada año atrae a numeroso público.


                                                                                                                                                             

El acto está organizado por la Asociación Vía Crucis de Balmaseda, sucesora de la cofradía de la Vera Cruz, que se encarga de seleccionar a los intérpretes, dirigir los ensayos y las representaciones, y mantener el vestuario y los escenarios que se utilizan.




A partir de las 21,30 horas de la noche del Jueves Santo se representará en la Plaza de San Severino el concilio de los Sacerdotes y el Juicio de Jesús ante éstos y en los soportales del Ayuntamiento, la Última Cena.




El Viernes Santo, a partir de las 9.30 horas, se representará el juicio de Pilato en el Campo de las Monjas, el Vía Crucis por diversas calles del casco histórico y la crucifixión.   




Cuyos orígenes algunos autores datan en 1480, año en que una epidemia de peste asoló la villa, cuando 13 penitentes, portando pesadas cruces, enteramente tapados, con los pies desnudos y acompañados de numerosos vecinos y autoridades se dirigieron desde la villa al monte Kolitza. Sin embargo, no se tiene confirmación documental de su existencia hasta el siglo XVIII (1771), cuando se citan por primera vez en unos documentos municipales las "Procesiones de Semana Santa y el Corpus".


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Las primeras procesiones son de tipo tradicional, es decir, compuestas por los cofrades encargados de portar los diferentes pasos y por representantes del clero.
Hay que esperar al s XIX para que empiecen a introducirse nuevos elementos, así:
- En 1851 hay "penitentes" o "nazarenos" en la procesión del Viernes santo.
- En 1859 se incorporan los "fariseos" o soldados de la guardia romana, que se convierten en uno de los elementos más característicos hasta nuestros días.



A medida que avanzan los años se irán perfeccionando las escenas con nuevos detalles y personajes, así:
- en 1911, las Tres Marías y La Magdalena.
- en 1935, tras la escena del Prendimiento, se escenifica "el pretorio", juicio de Poncio Pilatos a Jesucristo.
- en 1955, los ladrones.
- en 1957, la Virgen María.
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Pero habrá que esperar hasta 1965 para que se introduzca lo que es sin duda el momento cumbre: "La Crucifixión" completa: monte, ladrones, cruces y el pueblo de Israel. Es a partir de este momento cuando dr poede hablar de representación viva de la pasión de Jesucristo.


Los personajes principales se renuevan cada año. Todos actuan de forma desinteresada.

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