Imagen de
La Ilustre Cofradía Penitencial de Ntra. Sra. de las Angustias
Este magistral grupo escultórico debido a Gregorio Fernández, se ejecutó por encargo de la Cofradía al "genial" maestro imaginero entre 1615 y 1617 con el objeto de sustituir un viejo "paso" de "papelón" conocido como "longinos" y recibió el nombre de "Descendimiento", como así resulta de los libros de nuestra Hermandad con referencia a las plantas procesionales de las celebradas durante el siglo XVII.
Consta de seis imágenes: Las centrales son María y su Hijo muerto sobre el regazo y acompañan las figuras del buen y del mal ladrón, María Magdalena y San Juan, Discípulo predilecto a quien Cristo había encomendado pocos minutos antes, desde la Cruz a su Madre.
Las figuras del paso estaban depositadas durante el año en la Capilla lateral del Templo, salvo las de San Juan y María Magdalena que orlaban la Imagen de la Soledad titular en la Capilla construida en 1.700.
Cuando en 1.992 el Museo Nacional de Escultura, actual depositario de las Imágenes auspició, bajo el lema del "PASO DE LA SEXTA ANGUSTIA" el montaje de las figuras sobre una plataforma procesional, con la colaboración activa de ésta Ilustre Cofradía Penitencial, surgió en el seno de la hermandad el afán de poder volver a alumbrarlo algún día en las calles del Valladolid para el que fue hecho.
Hoy en día, y en la "Procesión de Regla de la Cofradía de Ntra. Sra. de las Angustias. Sacrificio y Penitencia", sale el llamado Paso Nuevo que está formado por San Juan y la Magdalena al pie de la Cruz de Nuestro Señor.
En los últimos años, y gracias a la cesión de los ladrones pertenecientes a la Cofradía de las Siete Palabras, que son copias de los originales, el paso se ha podido contemplar formado por San Juan, La Magdalena, Dimas y Gestas.
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miércoles, 25 de enero de 2017
SANTO CRISTO YACENTE
Imagen de
La Ilustre Cofradía Penitencial de Ntra. Sra. de las Angustias
Se trata de una talla anónima de una gran calidad surgida, con toda probabilidad, de un seguidor de la escuela de Gregorio Fernández. Siempre ha tenido una gran devoción en la Iglesia siendo objeto de un fervoroso besapié durante la tarde del Viernes Santo y la mañana del Sábado Santo.
En el año 2000, la Cofradía restauró íntegramente ésta pieza como consecuencia de su programa de recuperación y protección de patrimonio artístico, consolidando y restaurando la urna donde se coloca la imagen para las salidas procesionales.
Esta pieza fue central en la Exposición sobre "LA COFRADÍA DE LAS ANGUSTIAS EN LA VIDA DE LA CIUDAD DE VALLADOLID" celebrada en el marco del IV Centenario de la concesión a Valladolid del título de ciudad en 1995 y en las Exposición de Imágenes de Cristo yacente en la primavera del año 2000.
Desde 1992 la Cofradía ha recuperado este paso incorporándolo a la "Procesión de Regla de la Cofradía de Ntra. Sra. de las Angustias. Sacrificio y Penitencia", la Madrugada del Viernes Santo
La Ilustre Cofradía Penitencial de Ntra. Sra. de las Angustias
Se trata de una talla anónima de una gran calidad surgida, con toda probabilidad, de un seguidor de la escuela de Gregorio Fernández. Siempre ha tenido una gran devoción en la Iglesia siendo objeto de un fervoroso besapié durante la tarde del Viernes Santo y la mañana del Sábado Santo.
En el año 2000, la Cofradía restauró íntegramente ésta pieza como consecuencia de su programa de recuperación y protección de patrimonio artístico, consolidando y restaurando la urna donde se coloca la imagen para las salidas procesionales.
Esta pieza fue central en la Exposición sobre "LA COFRADÍA DE LAS ANGUSTIAS EN LA VIDA DE LA CIUDAD DE VALLADOLID" celebrada en el marco del IV Centenario de la concesión a Valladolid del título de ciudad en 1995 y en las Exposición de Imágenes de Cristo yacente en la primavera del año 2000.
Desde 1992 la Cofradía ha recuperado este paso incorporándolo a la "Procesión de Regla de la Cofradía de Ntra. Sra. de las Angustias. Sacrificio y Penitencia", la Madrugada del Viernes Santo
CRISTO DE LOS CARBONEROS DE VALLADOLID
Imagen de
La Ilustre Cofradía Penitencial de Ntra. Sra. de las Angustias
El paso está constituido por una imagen de Cristo crucificado que como consecuencia de la especial atención que recibió por parte de quienes lo portaban en procesión - reclutados en gremio de los "mozos del carbón" - viene siendo conocida desde principios del siglo XIX con el sobrenombre de "Cristo de los Carboneros".
El autor de ésta talla es Francisco de Rincón, de cuya gubia salieron los relieves del Altar Mayor de la Iglesia Penitencial, así como las esculturas que adornan su fachada. La fecha de realización se señala en torno a 1.602.
Propiedad de la Cofradía de las Angustias en cuya iglesia se venera.
La Cofradía lo sacaba ya en procesión en 1618. En principio se denomino Cristo Crucificado hasta el año 1805, en el que comenzó a ser conocido con el nombre de Cristo de los Carboneros, por darle culto especial los mozos del carbón, a cuyo culto estuvo desde aquella fecha.
. Tiene la originalidad de tener el paño de pureza sin anudar, solo sujeto con una cuerda a la cintura a diferencia de los demás Cristos.
Fue alumbrado procesionalmente por la Cofradía de la Preciosísima Sangre desde su fundación hasta 1949, que lo tuvo que dejar de sacar al tener carcoma la imagen.
desde 1.957 hasta 1.992 fue la única imagen de la "Procesión de Sacrificio y Penitencia" que convoca la Cofradía en la madrugada del Viernes Santo.
Ahora "Procesión de Regla de la Cofradía de Ntra. Sra. de las Angustias. Sacrificio y Penitencia".
Es portado a hombros y alumbrado por la Cofradía de las Angustias el Viernes Santo en la procesión de las cuatro y media de la madrugada, llamada de Sacrificio y Penitencia.
La Ilustre Cofradía Penitencial de Ntra. Sra. de las Angustias
El paso está constituido por una imagen de Cristo crucificado que como consecuencia de la especial atención que recibió por parte de quienes lo portaban en procesión - reclutados en gremio de los "mozos del carbón" - viene siendo conocida desde principios del siglo XIX con el sobrenombre de "Cristo de los Carboneros".
El autor de ésta talla es Francisco de Rincón, de cuya gubia salieron los relieves del Altar Mayor de la Iglesia Penitencial, así como las esculturas que adornan su fachada. La fecha de realización se señala en torno a 1.602.
Propiedad de la Cofradía de las Angustias en cuya iglesia se venera.
La Cofradía lo sacaba ya en procesión en 1618. En principio se denomino Cristo Crucificado hasta el año 1805, en el que comenzó a ser conocido con el nombre de Cristo de los Carboneros, por darle culto especial los mozos del carbón, a cuyo culto estuvo desde aquella fecha.
. Tiene la originalidad de tener el paño de pureza sin anudar, solo sujeto con una cuerda a la cintura a diferencia de los demás Cristos.
Fue alumbrado procesionalmente por la Cofradía de la Preciosísima Sangre desde su fundación hasta 1949, que lo tuvo que dejar de sacar al tener carcoma la imagen.
desde 1.957 hasta 1.992 fue la única imagen de la "Procesión de Sacrificio y Penitencia" que convoca la Cofradía en la madrugada del Viernes Santo.
Ahora "Procesión de Regla de la Cofradía de Ntra. Sra. de las Angustias. Sacrificio y Penitencia".
Es portado a hombros y alumbrado por la Cofradía de las Angustias el Viernes Santo en la procesión de las cuatro y media de la madrugada, llamada de Sacrificio y Penitencia.
CRISTO YACENTE DE TAPIA
Imagen de
La Cofradía del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo
Esta imagen es la más nueva de la cofradía, obra de Miguel Ángel Tapia en 2009, bendecida el día 1 de Abril de 2009 en la Iglesia de San Benito el Real y realizada para utilización exclusiva en los actos internos y de culto, especialmente durante las celebraciones religiosas del Sábado Santo, debido a que será venerado ofreciéndose a besar a cuantas personas quieran.
El nuevo Cristo Yacente tiene claras influencias del estilo de Gregorio Fernández, maestro de muchas generaciones venideras, como es el caso del vallisoletano Miguel Ángel Tapia. Cuenta con un tamaño un poco superior al natural y destacan tanto la musculatura del fallecido, como los pliegues de la sábana y paño de pureza.
La imagen está expuesta a los fieles en la Capilla de los Butrón, en la iglesia de San Benito, la sede canónica de la cofradía.
La Cofradía del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo
Esta imagen es la más nueva de la cofradía, obra de Miguel Ángel Tapia en 2009, bendecida el día 1 de Abril de 2009 en la Iglesia de San Benito el Real y realizada para utilización exclusiva en los actos internos y de culto, especialmente durante las celebraciones religiosas del Sábado Santo, debido a que será venerado ofreciéndose a besar a cuantas personas quieran.
El nuevo Cristo Yacente tiene claras influencias del estilo de Gregorio Fernández, maestro de muchas generaciones venideras, como es el caso del vallisoletano Miguel Ángel Tapia. Cuenta con un tamaño un poco superior al natural y destacan tanto la musculatura del fallecido, como los pliegues de la sábana y paño de pureza.
La imagen está expuesta a los fieles en la Capilla de los Butrón, en la iglesia de San Benito, la sede canónica de la cofradía.
NUESTRA SEÑORA DE LA ALEGRÍA DE VALLADOLID
Imagen de
La Cofradía del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo
Obra de Miguel Ángel Tapia, 1997.
El autor ha esculpido una Virgen de edad madura que sale al encuentro del Hijo resucitado y que muestra en su rostro el gozo propio de una procesión que da fin a la Semana Santa. Encargada con motivo del 50.º Aniversario de la Cofradía en 1995, empezó a desfilar dos años después.
Se trata de la Virgen de la Alegría, una escultura tallada por el escultor vallisoletano Miguel Angel Tapia, que ha logrado aunar tanto en la imagen como en la policromía la tradición imaginera de Castilla.
Esta Virgen de rostro gozoso es de tampaño algo mayor que el natural; va descalza con un pie adelantado, representando el momento en que ha visto el sepulcro vacío y sale al encuentro de su Hijo; echándose la mano izquierda hacia el corazón, como si intentara contener sus latidos; y con la mano derecha extendida, como saludo anticipado.
Se venera junto al Cristo del Consuelo, en su capilla
Este paso es uno de los más jóvenes de cuantos desfilan por las calles de la ciudad.
Esta imagen, que desfiló por primera vez el domingo de resurrección de 1997, lleva pintado en su rostro la alegría del misterio de la resurrección. Con anterioridad, los cofrades del Santo Sepulcro y el Santísimo Cristo del Consuelo ya habían procesionado una imagen de la Virgen de las Candelas, a la que para la procesión de la Alegría se le quitaba el niño de su brazo izquierdo y la vela de la mano derecha, perteneciente a la parroquia de San Lorenzo, que en un momento determinado se consideró conveniente no sacarla de la iglesia a causa de su estado.
Decididos a continuar con la tradición, esta cofradía se hizo el proposito de encargar una nueva imagen, ya propia, para conmemorar el 50 aniversario de su fundación. El contrato con el escultor se firmó el 10 de abril de 1996.
El 13 de marzo del año siguiente, tras ser aprobada por el Pleno de la Junta de Cofradías y el Arzobispado, fue presentada al público en la sacristía de San Benito, y el día 16 bendecida por el señor Arzobispo, Don José Delicado Baeza, en el marco de una solemne eucaristía.
La Cofradía del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo
Obra de Miguel Ángel Tapia, 1997.
El autor ha esculpido una Virgen de edad madura que sale al encuentro del Hijo resucitado y que muestra en su rostro el gozo propio de una procesión que da fin a la Semana Santa. Encargada con motivo del 50.º Aniversario de la Cofradía en 1995, empezó a desfilar dos años después.
Se trata de la Virgen de la Alegría, una escultura tallada por el escultor vallisoletano Miguel Angel Tapia, que ha logrado aunar tanto en la imagen como en la policromía la tradición imaginera de Castilla.
Esta Virgen de rostro gozoso es de tampaño algo mayor que el natural; va descalza con un pie adelantado, representando el momento en que ha visto el sepulcro vacío y sale al encuentro de su Hijo; echándose la mano izquierda hacia el corazón, como si intentara contener sus latidos; y con la mano derecha extendida, como saludo anticipado.
Se venera junto al Cristo del Consuelo, en su capilla
Este paso es uno de los más jóvenes de cuantos desfilan por las calles de la ciudad.
Esta imagen, que desfiló por primera vez el domingo de resurrección de 1997, lleva pintado en su rostro la alegría del misterio de la resurrección. Con anterioridad, los cofrades del Santo Sepulcro y el Santísimo Cristo del Consuelo ya habían procesionado una imagen de la Virgen de las Candelas, a la que para la procesión de la Alegría se le quitaba el niño de su brazo izquierdo y la vela de la mano derecha, perteneciente a la parroquia de San Lorenzo, que en un momento determinado se consideró conveniente no sacarla de la iglesia a causa de su estado.
Decididos a continuar con la tradición, esta cofradía se hizo el proposito de encargar una nueva imagen, ya propia, para conmemorar el 50 aniversario de su fundación. El contrato con el escultor se firmó el 10 de abril de 1996.
El 13 de marzo del año siguiente, tras ser aprobada por el Pleno de la Junta de Cofradías y el Arzobispado, fue presentada al público en la sacristía de San Benito, y el día 16 bendecida por el señor Arzobispo, Don José Delicado Baeza, en el marco de una solemne eucaristía.
SANTÍSIMO CRISTO DEL CONSUELO DE VALLADOLID
Imagen de
La Cofradía del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo
Obra de Gregorio Fernández, h. 1610. Cristo crucificado que hoy da nombre a su capilla en el lado del evangelio del templo, que fue Capilla de los Daza y que antes acogió al Santísimo Cristo de la Luz.
La Cofradía del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo
Obra de Gregorio Fernández, h. 1610. Cristo crucificado que hoy da nombre a su capilla en el lado del evangelio del templo, que fue Capilla de los Daza y que antes acogió al Santísimo Cristo de la Luz.
SANTO SEPULCRO DE VALLADOLID
Imagen de
La Cofradía del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo
Fuera de Semana Santa, en el Museo Nacional de Escultura.
. Lo forman siete figuras. El Cristo, dentro de una hornacina sobre un pedestal a cuyos costados figuran altorrelieves de los doce apóstoles, es un intento de imitar el estilo de Gregorio Fernández, con escasa calidad, copiando el Cristo Yacente de las Angustias, que al principio formaba parte de este paso. El propio José de Rozas costeó los ángeles para completar el trabajo de su padre Alonso, quedando como diputado de la Cofradía.
El primer paso que acompañaron los nuevos cofrades fue el llamado “Los durmientes”, que se conserva en el Museo Colegio de San Gregorio.
Diversas investigaciones señalan que el conjunto era originalmente acompañado por la cofradía de las Angustias, que fue quien lo encargó; más tarde por los seminaristas y finalmente por los miembros del Santo Sepulcro.
El elemento principal del conjunto es el del Cristo muerto, yacente, dentro del sepulcro. Éste es una hornacina de factura clásica, sobria, con columnas de orden toscano y arcos de medio punto entre la base y la cubierta, del mismo estilo, y que dejan al descubierto los espacios intermedios y superior para que pueda contemplarse la imagen del yacente.
El conjunto está formado por siete figuras. La principal es Cristo muerto, obra sin documentar pero cuya autoría se atribuye a seguidores de Gregorio Fernández, que debieron tallarla en el siglo XVII. En las esquinas del sepulcro duermen cuatro soldados romanos que son obra del escultor Alonso de Rozas, realizadas en 1674 y pintadas por Diego de Avendaño; visten armadura formada por casco, coraza y calzones, botas hasta la pantorrilla adornadas por relieves de rostros humanos, y tienen lanzas apoyadas en el cuerpo.
Completan el conjunto dos ángeles salidos de la gubia de José de Rozas, hijo de Alonso, a quien también se atribuye la construcción de la urna, que la realizó hacia 1696. Están de pie custodiando el sepulcro a la cabeza y los pies del Cristo yacente, y mirando hacia el exterior.
Elemento fundamental de este conjunto es la carroza que lo traslada por las calles de la ciudad, obra del escultor y cofrade Francisco Sánchez Medina, que creó una plataforma que encaja perfectamente con el sepulcro salido del taller de Rozas
. Desfiló por primera vez en 1957 sustituyendo a la vetusta plataforma original, que no era otra cosa que un sencillo remolque de camión o carreta. En la construcción de la nueva se utilizaron mármoles, madera de cedro y bronces.
La Cofradía del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo
Fuera de Semana Santa, en el Museo Nacional de Escultura.
. Lo forman siete figuras. El Cristo, dentro de una hornacina sobre un pedestal a cuyos costados figuran altorrelieves de los doce apóstoles, es un intento de imitar el estilo de Gregorio Fernández, con escasa calidad, copiando el Cristo Yacente de las Angustias, que al principio formaba parte de este paso. El propio José de Rozas costeó los ángeles para completar el trabajo de su padre Alonso, quedando como diputado de la Cofradía.
El primer paso que acompañaron los nuevos cofrades fue el llamado “Los durmientes”, que se conserva en el Museo Colegio de San Gregorio.
Diversas investigaciones señalan que el conjunto era originalmente acompañado por la cofradía de las Angustias, que fue quien lo encargó; más tarde por los seminaristas y finalmente por los miembros del Santo Sepulcro.
El elemento principal del conjunto es el del Cristo muerto, yacente, dentro del sepulcro. Éste es una hornacina de factura clásica, sobria, con columnas de orden toscano y arcos de medio punto entre la base y la cubierta, del mismo estilo, y que dejan al descubierto los espacios intermedios y superior para que pueda contemplarse la imagen del yacente.
El conjunto está formado por siete figuras. La principal es Cristo muerto, obra sin documentar pero cuya autoría se atribuye a seguidores de Gregorio Fernández, que debieron tallarla en el siglo XVII. En las esquinas del sepulcro duermen cuatro soldados romanos que son obra del escultor Alonso de Rozas, realizadas en 1674 y pintadas por Diego de Avendaño; visten armadura formada por casco, coraza y calzones, botas hasta la pantorrilla adornadas por relieves de rostros humanos, y tienen lanzas apoyadas en el cuerpo.
Completan el conjunto dos ángeles salidos de la gubia de José de Rozas, hijo de Alonso, a quien también se atribuye la construcción de la urna, que la realizó hacia 1696. Están de pie custodiando el sepulcro a la cabeza y los pies del Cristo yacente, y mirando hacia el exterior.
Elemento fundamental de este conjunto es la carroza que lo traslada por las calles de la ciudad, obra del escultor y cofrade Francisco Sánchez Medina, que creó una plataforma que encaja perfectamente con el sepulcro salido del taller de Rozas
. Desfiló por primera vez en 1957 sustituyendo a la vetusta plataforma original, que no era otra cosa que un sencillo remolque de camión o carreta. En la construcción de la nueva se utilizaron mármoles, madera de cedro y bronces.
martes, 24 de enero de 2017
ECCE HOMO DE VALLADOLID
Imagen de
La Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad
Autor Alonso de Rozas, 1691
. Conocido como Cristo de la Humildad o Cristo del Gallo.
Fuera de Semana Santa, en el Santuario Nacional de la Gran Promesa
Se trata de una imagen que muestra a Cristo sentado, coronado de espinas y con un manto rojo y una caña, con clara influencia del tallado por Gregorio Fernández en 1620 para la Cofradía de la Vera Cruz.
La imagen se conservaba en la iglesia del Convento de San Antón, pasando tras su demolición a su ubicación actual.
Con la remodelación de la Semana Santa en el siglo XX, fue procesionada en los años cuarenta por la Hermandad del Santo Cristo de los Artilleros, hasta que el mal estado de la imagen lo desaconsejó. En 2015 vuelve a desfilar con su Cofradía de origen.
La Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad
Autor Alonso de Rozas, 1691
. Conocido como Cristo de la Humildad o Cristo del Gallo.
Fuera de Semana Santa, en el Santuario Nacional de la Gran Promesa
Se trata de una imagen que muestra a Cristo sentado, coronado de espinas y con un manto rojo y una caña, con clara influencia del tallado por Gregorio Fernández en 1620 para la Cofradía de la Vera Cruz.
La imagen se conservaba en la iglesia del Convento de San Antón, pasando tras su demolición a su ubicación actual.
Con la remodelación de la Semana Santa en el siglo XX, fue procesionada en los años cuarenta por la Hermandad del Santo Cristo de los Artilleros, hasta que el mal estado de la imagen lo desaconsejó. En 2015 vuelve a desfilar con su Cofradía de origen.
CRISTO DE LA CRUZ A MARÍA
Imagen de
La Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad
.-Madera Policromada. .-Escultores: Antonio Ribera y Fco. Fermín, escuela de G.F. Cuerpo de José de Arimatea, Antonio Saavedra. .
-Hacia 1.642.(1.994-1.995 cuerpo de J de Arimatea).
.-Ubicación actual: Museo Nacional de Escultura.
Originalmente era el paso de El Entierro de Cristo, que contaba con las imágenes de la Virgen, San Juan y María Magdalena (éstas, en los depósitos del Museo a la espera de su restauración). Le fue encargado por la Cofradía a Gregorio Fernández en 1630, pero debido a su fallecimiento, fue realizado por dos discípulos y estrenado en 1642.
La composición actual, con las imágenes de Cristo muerto, Nicodemo y José de Arimatea, cuenta con el cuerpo de este último tallado por José Antonio Saavedra, pues entre los fondos del Museo sólo apareció la cabeza. Saavedra mantuvo el estilo Barroco, armonizando perfectamente en el conjunto. El paso desfila en una carroza de madera de raulí realizada por Francisco Fernández León. .
La Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad
.-Madera Policromada. .-Escultores: Antonio Ribera y Fco. Fermín, escuela de G.F. Cuerpo de José de Arimatea, Antonio Saavedra. .
-Hacia 1.642.(1.994-1.995 cuerpo de J de Arimatea).
.-Ubicación actual: Museo Nacional de Escultura.
Originalmente era el paso de El Entierro de Cristo, que contaba con las imágenes de la Virgen, San Juan y María Magdalena (éstas, en los depósitos del Museo a la espera de su restauración). Le fue encargado por la Cofradía a Gregorio Fernández en 1630, pero debido a su fallecimiento, fue realizado por dos discípulos y estrenado en 1642.
La composición actual, con las imágenes de Cristo muerto, Nicodemo y José de Arimatea, cuenta con el cuerpo de este último tallado por José Antonio Saavedra, pues entre los fondos del Museo sólo apareció la cabeza. Saavedra mantuvo el estilo Barroco, armonizando perfectamente en el conjunto. El paso desfila en una carroza de madera de raulí realizada por Francisco Fernández León. .
QUINTA ANGUSTÍA DE VALLADOLID
Imagen de
La Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad
Recibe culto en la iglesia de San Martín y San Benito el Viejo
Esta imagen fue tallada por Gregorio Fernández hacia 1627, para la Capilla de la Soledad del Convento de San Francisco, hoy en día desaparecido, y que estaba ubicado en la Plaza Mayor, en lo que hoy es el Teatro Zorrilla.
Fray Matías de Sobremonte, se refiere a esta Virgen, diciendo que en la citada Capilla "...Había una imagen de bulto de la Madre de Dios con su Hijo en el regazo, obra primorosísima de Gregorio Fernández...."
Con la demolición del Convento de San Francisco, se instala esta escultura en la Capilla de San Ildefonso de la Iglesia de San Martín, donde fue encontrada por Agapito y Revilla a principios del Siglo XX.
La Escultura es un altorrelieve, de bulto redondo. Vista lateralmente o de costado se aprecia todo su volumen, pero al no estar concebida para ser un paso procesional, la parte de la espalda estaba sin tallar.
En 1940 la Cofradía realiza la espalda de la Virgen para así procesionarla, al tratarse de una pieza de retablo
La gubia de Fernández representa a la Virgen de la Piedad, en el momento en que Ésta recibe de los Santos Varones, el cuerpo fallecido de su Hijo, una vez descendido de la Cruz
Este tema escultórico tiene su origen en la tradición Gótica-Alemana y se encuentra en España en el Siglo XV
Es muy bella la posición frontal y aún más si se contempla desde un punto de vista lateral. La Virgen dirige su mirada hacia la derecha, pidiendo clemencia a lo alto; mantiene elevados los brazos en una actitud serena, tiene la boca entreabierta, donde se aprecia la dentadura, ojos azules de cristal, lleva toca blanca con ribete azul, y túnica de color rojo vinoso con manto de color azul.
El Cristo, de máxima expresividad, se apoya sobre la pierna derecha de la Virgen. El desnudo es de una perfecta anatomía, en vez del paño de pureza hay un pliegue de la sábana. El brazo derecho cae a lo largo de la pierna de la Virgen con la mano extendida, mientras el izquierdo reposa sobre su costado.
La cabeza está inclinada, pelo rizado, ojos de cristal semicerrados, boca entreabierta dejando ver los dientes y barba partida siguiendo el tipo del maestro. Es de destacar las delicadas manchas de sangre sobre la perfecta anatomía, distinguiéndose la llaga del costado producida por la lanza, las rozaduras de las rodillas producidas por las caídas, y la herida del hombro izquierd
Con motivo del Vía Crucis que realizó el Papa Benedicto XVI durante la Jornada Mundial de la Juventud celebrado el 19 de agosto de 2011 en Madrid, represento la XIII estación junto a la Cofradía, para luego participar en la Magna procesión que recorrió las calles de Madrid.
Sale en procesión, en una carroza realizada por Mariano García en el año 1944, la noche del Miércoles Santo en la Procesión de la Piedad,
la tarde del Jueves Santo en la de Penitencia y Caridad, donde tiene la potestad de liberar a los presos indultados previamente por la justicia, y en la noche del Viernes Santo en la Procesión General de la Sagrada Pasión del Salvador
La Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad
Recibe culto en la iglesia de San Martín y San Benito el Viejo
Esta imagen fue tallada por Gregorio Fernández hacia 1627, para la Capilla de la Soledad del Convento de San Francisco, hoy en día desaparecido, y que estaba ubicado en la Plaza Mayor, en lo que hoy es el Teatro Zorrilla.
Fray Matías de Sobremonte, se refiere a esta Virgen, diciendo que en la citada Capilla "...Había una imagen de bulto de la Madre de Dios con su Hijo en el regazo, obra primorosísima de Gregorio Fernández...."
Con la demolición del Convento de San Francisco, se instala esta escultura en la Capilla de San Ildefonso de la Iglesia de San Martín, donde fue encontrada por Agapito y Revilla a principios del Siglo XX.
La Escultura es un altorrelieve, de bulto redondo. Vista lateralmente o de costado se aprecia todo su volumen, pero al no estar concebida para ser un paso procesional, la parte de la espalda estaba sin tallar.
En 1940 la Cofradía realiza la espalda de la Virgen para así procesionarla, al tratarse de una pieza de retablo
La gubia de Fernández representa a la Virgen de la Piedad, en el momento en que Ésta recibe de los Santos Varones, el cuerpo fallecido de su Hijo, una vez descendido de la Cruz
Este tema escultórico tiene su origen en la tradición Gótica-Alemana y se encuentra en España en el Siglo XV
Es muy bella la posición frontal y aún más si se contempla desde un punto de vista lateral. La Virgen dirige su mirada hacia la derecha, pidiendo clemencia a lo alto; mantiene elevados los brazos en una actitud serena, tiene la boca entreabierta, donde se aprecia la dentadura, ojos azules de cristal, lleva toca blanca con ribete azul, y túnica de color rojo vinoso con manto de color azul.
El Cristo, de máxima expresividad, se apoya sobre la pierna derecha de la Virgen. El desnudo es de una perfecta anatomía, en vez del paño de pureza hay un pliegue de la sábana. El brazo derecho cae a lo largo de la pierna de la Virgen con la mano extendida, mientras el izquierdo reposa sobre su costado.
La cabeza está inclinada, pelo rizado, ojos de cristal semicerrados, boca entreabierta dejando ver los dientes y barba partida siguiendo el tipo del maestro. Es de destacar las delicadas manchas de sangre sobre la perfecta anatomía, distinguiéndose la llaga del costado producida por la lanza, las rozaduras de las rodillas producidas por las caídas, y la herida del hombro izquierd
Con motivo del Vía Crucis que realizó el Papa Benedicto XVI durante la Jornada Mundial de la Juventud celebrado el 19 de agosto de 2011 en Madrid, represento la XIII estación junto a la Cofradía, para luego participar en la Magna procesión que recorrió las calles de Madrid.
Sale en procesión, en una carroza realizada por Mariano García en el año 1944, la noche del Miércoles Santo en la Procesión de la Piedad,
la tarde del Jueves Santo en la de Penitencia y Caridad, donde tiene la potestad de liberar a los presos indultados previamente por la justicia, y en la noche del Viernes Santo en la Procesión General de la Sagrada Pasión del Salvador
LIGNUM CRUCIS DE VALLADOLID
Imagen de
La Cofradía de la Santa Vera Cruz
Reliquia de la Cruz de Cristo que, procedente de Liébana según la tradición, es el primer y principal objeto de veneración de los cofrades, hasta el punto de dar nombre a la Cofradía
anónimo, h. 1500-1550
Reliquia de la Cruz de Cristo procedente de Liébana que, según la tradición, es el primer y principal objeto de veneración de los cofrades, hasta el extremo de dar nombre a la Cofradía.
La reliquia se aloja en un ostensorio, pieza importante de la orfebrería vallisoletana del s. XVII, hecho de plata, bronce dorado y piedras preciosas.
Presenta forma de cruz con un basamento octogonal, en cuyo interior se reproduce la escena de Adán y Eva junto al árbol del Paraíso.
La Cofradía de la Santa Vera Cruz
Reliquia de la Cruz de Cristo que, procedente de Liébana según la tradición, es el primer y principal objeto de veneración de los cofrades, hasta el punto de dar nombre a la Cofradía
anónimo, h. 1500-1550
Reliquia de la Cruz de Cristo procedente de Liébana que, según la tradición, es el primer y principal objeto de veneración de los cofrades, hasta el extremo de dar nombre a la Cofradía.
La reliquia se aloja en un ostensorio, pieza importante de la orfebrería vallisoletana del s. XVII, hecho de plata, bronce dorado y piedras preciosas.
Presenta forma de cruz con un basamento octogonal, en cuyo interior se reproduce la escena de Adán y Eva junto al árbol del Paraíso.
SANTO CRISTO DEL HUMILLADERO DE VALLADOLID
Imagen de
La Cofradía de la Santa Vera Cruz
Crucificado anónimo, s. XVI.
Recibe el nombre del Humilladero que la cofradía tenía en el Campo Grande.
Se trata de una magnífica talla muy movida y llena de expresión; los paños flotantes de su "parazonium" le dan un aire barroco, a pesar de lo cual puede fecharse en el s. XVI.
Sus caracteres estilísticos hacen pensar en la gubia de un seguidor de Berruguete, sin que falte algún autor que lo crea adscribible al círculo de Juan de Valmaseda.
Crucificado que presidía el retablo de la ermita que levantó la Cofradía en la Puerta del Campo Grande, conocida como el Humilladero -de ahí su nombre- siendo este su emplazamiento y lugar de veneración hasta que en 1681 pasó a presidir el retablo mayor de la Iglesia situada al final de la calle de la Platería...
La Cofradía de la Santa Vera Cruz
Crucificado anónimo, s. XVI.
Recibe el nombre del Humilladero que la cofradía tenía en el Campo Grande.
Se trata de una magnífica talla muy movida y llena de expresión; los paños flotantes de su "parazonium" le dan un aire barroco, a pesar de lo cual puede fecharse en el s. XVI.
Sus caracteres estilísticos hacen pensar en la gubia de un seguidor de Berruguete, sin que falte algún autor que lo crea adscribible al círculo de Juan de Valmaseda.
Crucificado que presidía el retablo de la ermita que levantó la Cofradía en la Puerta del Campo Grande, conocida como el Humilladero -de ahí su nombre- siendo este su emplazamiento y lugar de veneración hasta que en 1681 pasó a presidir el retablo mayor de la Iglesia situada al final de la calle de la Platería...
lunes, 23 de enero de 2017
JESÚS DE MEDINACELI DE VALLADOLID
Image de
La Cofradía del Discípulo Amado y Jesús de Medinaceli
Obra de Juan Antonio Blanco, 2012.
Se trata de una figura de Cristo, de pie, a tamaño real y de madera policromada, que está concebida para procesionarse en andas además de vestido
SAN JUAN EVANGELISTA
atribuido a Pedro de Ávila, siglo XVIII.
Fuera de la Semana Santa, en la capilla del mismo nombre de la Catedral de Valladolid. Se trata de una imagen del evangelista de pie, portando en una mano el cáliz con el áspid, alegoría tradicional del mismo.
La Cofradía del Discípulo Amado y Jesús de Medinaceli
Obra de Juan Antonio Blanco, 2012.
Se trata de una figura de Cristo, de pie, a tamaño real y de madera policromada, que está concebida para procesionarse en andas además de vestido
SAN JUAN EVANGELISTA
atribuido a Pedro de Ávila, siglo XVIII.
Fuera de la Semana Santa, en la capilla del mismo nombre de la Catedral de Valladolid. Se trata de una imagen del evangelista de pie, portando en una mano el cáliz con el áspid, alegoría tradicional del mismo.
SANTO CRISTO DEL OLVIDO DE VALLADOLID
Imagen de
La Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Ntro. Señor Jesucristo
Obra de Pedro de Ávila, h. 1720.
Iglesia de San Felipe Neri, propiedad de su congregación sacerdotal. Buena escultura, de tamaño algo inferior al natural.
Protagoniza desde la década de los 70, la procesión de la Buena Muerte en la noche del Lunes Santo.
Durante este desfile, que se inicia en la sede canónica de la hermandad, la iglesia de Santa María de la Antigua, se hacen dos estaciones: una en la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa, consagrada al Sagrado Corazón de Jesús; y otra en el Real Colegio de San Albano de los ingleses, ante la Virgen de la Vulnerata.
La cofradía celebra en su honor un triduo durante la cuaresma en su sede canónica.
La Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Ntro. Señor Jesucristo
Obra de Pedro de Ávila, h. 1720.
Iglesia de San Felipe Neri, propiedad de su congregación sacerdotal. Buena escultura, de tamaño algo inferior al natural.
Protagoniza desde la década de los 70, la procesión de la Buena Muerte en la noche del Lunes Santo.
Durante este desfile, que se inicia en la sede canónica de la hermandad, la iglesia de Santa María de la Antigua, se hacen dos estaciones: una en la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa, consagrada al Sagrado Corazón de Jesús; y otra en el Real Colegio de San Albano de los ingleses, ante la Virgen de la Vulnerata.
La cofradía celebra en su honor un triduo durante la cuaresma en su sede canónica.
SANTÍSIMO CRISTO DE LA PRECIOSISIMA SANGRE DE VALLADOLID
Imagen de
La Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Ntro. Señor Jesucristo
Obra de Lázaro Gumiel, 1953.
Se le pidió al autor una copia algo más grande, fuerte y vigorosa que el original de Juan de Juni, a cuyos pies está enterrado ese escultor, propiedad del Convento de Santa Catalina, y que sólo era prestada el Jueves y Viernes Santo. Se ejecutó a partir de fotografías.
Fue bendecido y presentado en la Iglesia Parroquial de Santa María La Antigua el 13 de marzo de 1953, convirtiéndose históricamente, en la primera talla realizada en el S.XX que se incorpora a las procesiones de la Semana Santa de Valladolid.
La Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Ntro. Señor Jesucristo
Obra de Lázaro Gumiel, 1953.
Se le pidió al autor una copia algo más grande, fuerte y vigorosa que el original de Juan de Juni, a cuyos pies está enterrado ese escultor, propiedad del Convento de Santa Catalina, y que sólo era prestada el Jueves y Viernes Santo. Se ejecutó a partir de fotografías.
Fue bendecido y presentado en la Iglesia Parroquial de Santa María La Antigua el 13 de marzo de 1953, convirtiéndose históricamente, en la primera talla realizada en el S.XX que se incorpora a las procesiones de la Semana Santa de Valladolid.
CRISTO YACENTE DE VALLADOLID
Cristo Yacente
Obra de Gregorio Fernández, h. 1632
Se trata del único Cristo Yacente tallado íntegro (de bulto redondo), llevando por lo tanto un paño de pureza. Se trata de una de las últimas obras de Gregorio Fernández.
En 1995, dado el estado de la talla, se prefirió desfilar con el Cristo Yacente de San Pablo, cedido por los Dominicos, también de Gregorio Fernández, si bien sustancilamente anterior (h. 1610).
En 2007 se recuperó la primigenia talla, única en la imaginería.
Se trata de una obra póstuma considerada como el mejor yacente de Fernández, en cuanto que es el único tallado íntegro (de bulto redondo), llevando por lo tanto un paño de pureza.
EL MONTE CALVARIO DE VALLADOLID
Imagen de
La Cofradía El Descendimiento y Santo Cristo de la Buena Muerte
El Monte Calvario
Obra de Pedro de la Sierra, h. 1638.
Aunque su autor es de la Escuela Granadina, tiene una gran influencia de Juan de Juni y Gregorio Fernández.
Consta de un Cristo crucificado, la Virgen, San Juan y María Magdalena, y en su templo forma parte del retablo barroco de la Capilla de la Buena Muerte.
La Cofradía El Descendimiento y Santo Cristo de la Buena Muerte
El Monte Calvario
Obra de Pedro de la Sierra, h. 1638.
Aunque su autor es de la Escuela Granadina, tiene una gran influencia de Juan de Juni y Gregorio Fernández.
Consta de un Cristo crucificado, la Virgen, San Juan y María Magdalena, y en su templo forma parte del retablo barroco de la Capilla de la Buena Muerte.