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martes, 14 de enero de 2014
IGLESIA DE SAN ROQUE DE SEVILLA
El Arzobispado de Sevilla ha ordenado el cierre al culto de la iglesia de San Roque, del siglo XVIII, tras detectarse daños en varias zonas del edificio que ponen en riesgo la seguridad y que aconsejan la adopción de "medidas inmediatas" para evitar desplomes.
Un equipo de técnicos ha constatado el grave deterioro de la estructura que soporta la cúpula del presbiterio y la cubierta del templo, en un estado "límite de agotamiento".
Estos daños podrían haberse extendido ya a otros elementos del edificio aún por revisar. Los resultados que ofrece este examen provisional son suficientes para que, por consejo de los expertos, el arzobispo, Juan José Asenjo, haya decretado su cierre al culto.
La junta de gobierno de la hermandad de San Roque, reunida con carácter de urgencia, ha decidido el traslado de los titulares a la casa hermandad,
http://www.semanasantadesevilla.tv/asenjo-cierra-al-culto-la-iglesia-de-san-roque/
situada en las inmediaciones del templo, a excepción de la Virgen de Gracia y Esperanza, será llevada al convento de San Leandro para sus cultos, que comenzarán el próximo domingo. En un comunicado, informó de que los traslados se efectuarán "a la mayor brevedad". En la noche de este miércoles se inició el traslado de los enseres
Empiezan las obras en San Roque
COFRADÍA PENITENCIAL DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO VALLADOLID
COFRADÍA DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO
La cofradía penitencial de Ntro. Padre Jesús Nazareno es una de las cinco de mayor antigüedad de la ciudad, impulsora de los grandes pasos procesionales de Valladolid
. Esta cofradía nació a partir de la orden de San Agustín el 16 de noviembre de 1596, fecha en la que se aprobó su regla fundacional, aunque existen indicios de su anterior existencia. Inicialmente se denominó "Cofradía de la Cinta de N.P. San Agustín y Santa Mónica, Animas de San Nicolás de Tolentino y N.P. Jesús Nazareno" en noviembre de.1616 se añade la advocación de "Ntra.Sra. de la Consolación de Bolonia". Se resaltaba en las Reglas y Constituciones la obligación de sus cofrades de “seguir fieles a Jesús con la Cruz a cuestas”, estableciendo la anterior citada unión con las cofradías propias de los frailes agustinos y la obligación de salir en procesión.
Pronto van a surgir las desavenencias con los frailes. Lo que anteriormente se había llamado Junta de Oficiales de la cofradía se convirtió en Cabildo de Gobierno y en ellos fue omitida la presencia del representante de la comunidad religiosa.
Reuniones que abandonaron el convento y pasaron a celebrarse en la cercana, antigua y hoy desaparecida parroquia de San Julián –en la calle de la Encarnación- o en la ermita de Nuestra Señora del Val. Fijándose los cofrades en la disponibilidad de espacios por parte de las otras cofradías penitenciales, se creyó oportuno considerar la posibilidad de construir una “casa y sala de cabildos”, así como un hospital.
En 1627, el regidor Andrés de Cabezón ofreció suelo a la cofradía en la Rinconada, para la construcción de todo ello, contribuyendo con su hacienda e incluso dejando unas memorias, en el caso de convertirse en patrono del templo
. La primera ruptura seria entre los agustinos y la cofradía de Jesús Nazareno se produjo en 1651, aunque ambas partes comprendieron que debían continuar manteniendo sus relaciones.
La cofradía siguió construyendo su sede hasta su conclusión en 1676.
Los cofrades salieron de este convento de San Agustín sin avisar aquel Viernes Santo, 3 de abril del citado año, no volviendo jamás a él
. Con esta nueva sede llegó también la promulgación de una nueva Regla y el enfrentamiento abierto con los frailes agustinos que culminó en 1684, cuando hubieron de entregar sus pasos procesionales a los frailes, necesitando encargar nuevas tallas entre las que se incluía su propio titular.
Efectivamente, la imagen titular de la cofradía, el primitivo paso del Despojo y el “paso grande” del Crucificado (conocido hoy como “Sed Tengo”) son las tres escenas en madera que se citaban en la planta procesional de 1662. Tras el órdago de los cofrades en 1676 y la interposición del pleito por parte de los agustinos, con la sentencia que finalmente les resultó favorable, los “nazarenos” hubieron de devolver sus pasos, encargando unos nuevos a los más afamados imagineros del último cuarto del siglo XVII.
Nos referimos a Juan de Ávila que se responsabilizó de las tallas del paso del Despojo y a Juan Antonio de la Peña que talló el crucificado, aún vivo y agonizante, para el paso grande, el que hoy conocemos como Santísimo Cristo de la Agonía, además de la compra que realizaron de sayones a los agustinos. Muy probablemente también Juan Antonio de la Peña –o Alonso de Rozas- pueda ser el autor de la actual talla de Jesús Nazareno, siguiendo un modelo anterior de Pedro de la Cuadra. Con la recogida que la Academia y el Museo realizaron de los secundarios o “historiado” de los pasos, quedaron en esta penitencial las tallas centrales o de devoción.
A los Cristos Nazarenos y de la Agonía, habría de unirse el nuevo del Despojo, el cual sustituía en 1801 al antiguo, pues había padecido pasto de las llamas en el incendio de 1799.
A principios del siglo XVIII, la cofradía emprendió la realización del primitivo retablo barroco del Nazareno. La escultura del mismo es encomendada a un cofrade, como lo eran casi todos los imagineros, José de Rozas, el cual recibió la vara de alcalde de la cofradía. Entre las tallas con las que contaba, se hallaban los apóstoles Pedro y Pablo que aún hoy podemos contemplar. Ventura Pérez subraya la inauguración de este retablo en 1716, tras haber sido dorado.
El mencionado incendio de 1799 condujo a la desaparición de diferentes obras artísticas, además de retablos. El mayor pudo sufrir serios daños. Consideraron los cofrades que era el momento de venderlo, conservando las mencionadas tallas de los “Príncipes de los Apóstoles. El nuevo retablo habría de colocarse en 1817, con un espíritu artístico bien diferente. Los colaterales eran de porte neoclásico. Los medallones del ático representaban las Sagradas Familias de Jesús y de María, una reunión iconográfica que no fue extraña, ni siquiera en Valladolid. En ambos retablos se ubicaban las tallas del citado Cristo del Despojo de Claudio Cortijo y de San José de Manuel de Ávila. El único retablo barroco que conserva esta iglesia penitencial es el propio de la Virgen de la Soledad, imagen de vestir cuya devoción proliferó notablemente en el barroco nacional: la representación de la Madre de Dios con las ropas de viuda española. Fue colocada en el cuerpo de la iglesia por dos cofrades en 1706. Cuando el templo conservaba la extensión primitiva, el retablo que nos ocupa se hallaba colocado más próximo a la entrada del templo. Es la Virgen del Sacro Monte Calvario, con una notabilísima presencia histórica en la trayectoria espiritual de estos cofrades. En la parte inferior, a modo de sepulcro y dentro de la urna, se sitúa el Santo Cristo Yacente. El retablo es coronado por una imagen de la Fe. Frente a este se dispone el mencionado “Cristo de la Agonía”.
IMAGENES
NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO
SANTÍSIMO CRISTO DE LA AGONIA
SANTO CRISTO DESPOJADO
SANTÍSIMA VIRGEN DE LA SOLEDAD Y SANTO MONTE CALVARIO
SEDE DE LA COFRADIA IGLESIA DE JESÚS
NAZARENOS
Túnica de terciopelo morado con adornos y bocamangas de encaje, cíngulo dorado, capirote morado, guantes blancos y zapato negro
PROCESIONES EN LA QUE PARTICIPAN
Miércoles Santo: Vía-Crucis Procesional
Jueves Santo: Procesión de la Pregrinación del Silencio
Viernes Santo: Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor
La cofradía penitencial de Ntro. Padre Jesús Nazareno es una de las cinco de mayor antigüedad de la ciudad, impulsora de los grandes pasos procesionales de Valladolid
. Esta cofradía nació a partir de la orden de San Agustín el 16 de noviembre de 1596, fecha en la que se aprobó su regla fundacional, aunque existen indicios de su anterior existencia. Inicialmente se denominó "Cofradía de la Cinta de N.P. San Agustín y Santa Mónica, Animas de San Nicolás de Tolentino y N.P. Jesús Nazareno" en noviembre de.1616 se añade la advocación de "Ntra.Sra. de la Consolación de Bolonia". Se resaltaba en las Reglas y Constituciones la obligación de sus cofrades de “seguir fieles a Jesús con la Cruz a cuestas”, estableciendo la anterior citada unión con las cofradías propias de los frailes agustinos y la obligación de salir en procesión.
Pronto van a surgir las desavenencias con los frailes. Lo que anteriormente se había llamado Junta de Oficiales de la cofradía se convirtió en Cabildo de Gobierno y en ellos fue omitida la presencia del representante de la comunidad religiosa.
Reuniones que abandonaron el convento y pasaron a celebrarse en la cercana, antigua y hoy desaparecida parroquia de San Julián –en la calle de la Encarnación- o en la ermita de Nuestra Señora del Val. Fijándose los cofrades en la disponibilidad de espacios por parte de las otras cofradías penitenciales, se creyó oportuno considerar la posibilidad de construir una “casa y sala de cabildos”, así como un hospital.
En 1627, el regidor Andrés de Cabezón ofreció suelo a la cofradía en la Rinconada, para la construcción de todo ello, contribuyendo con su hacienda e incluso dejando unas memorias, en el caso de convertirse en patrono del templo
. La primera ruptura seria entre los agustinos y la cofradía de Jesús Nazareno se produjo en 1651, aunque ambas partes comprendieron que debían continuar manteniendo sus relaciones.
La cofradía siguió construyendo su sede hasta su conclusión en 1676.
Los cofrades salieron de este convento de San Agustín sin avisar aquel Viernes Santo, 3 de abril del citado año, no volviendo jamás a él
. Con esta nueva sede llegó también la promulgación de una nueva Regla y el enfrentamiento abierto con los frailes agustinos que culminó en 1684, cuando hubieron de entregar sus pasos procesionales a los frailes, necesitando encargar nuevas tallas entre las que se incluía su propio titular.
Efectivamente, la imagen titular de la cofradía, el primitivo paso del Despojo y el “paso grande” del Crucificado (conocido hoy como “Sed Tengo”) son las tres escenas en madera que se citaban en la planta procesional de 1662. Tras el órdago de los cofrades en 1676 y la interposición del pleito por parte de los agustinos, con la sentencia que finalmente les resultó favorable, los “nazarenos” hubieron de devolver sus pasos, encargando unos nuevos a los más afamados imagineros del último cuarto del siglo XVII.
Nos referimos a Juan de Ávila que se responsabilizó de las tallas del paso del Despojo y a Juan Antonio de la Peña que talló el crucificado, aún vivo y agonizante, para el paso grande, el que hoy conocemos como Santísimo Cristo de la Agonía, además de la compra que realizaron de sayones a los agustinos. Muy probablemente también Juan Antonio de la Peña –o Alonso de Rozas- pueda ser el autor de la actual talla de Jesús Nazareno, siguiendo un modelo anterior de Pedro de la Cuadra. Con la recogida que la Academia y el Museo realizaron de los secundarios o “historiado” de los pasos, quedaron en esta penitencial las tallas centrales o de devoción.
A los Cristos Nazarenos y de la Agonía, habría de unirse el nuevo del Despojo, el cual sustituía en 1801 al antiguo, pues había padecido pasto de las llamas en el incendio de 1799.
A principios del siglo XVIII, la cofradía emprendió la realización del primitivo retablo barroco del Nazareno. La escultura del mismo es encomendada a un cofrade, como lo eran casi todos los imagineros, José de Rozas, el cual recibió la vara de alcalde de la cofradía. Entre las tallas con las que contaba, se hallaban los apóstoles Pedro y Pablo que aún hoy podemos contemplar. Ventura Pérez subraya la inauguración de este retablo en 1716, tras haber sido dorado.
El mencionado incendio de 1799 condujo a la desaparición de diferentes obras artísticas, además de retablos. El mayor pudo sufrir serios daños. Consideraron los cofrades que era el momento de venderlo, conservando las mencionadas tallas de los “Príncipes de los Apóstoles. El nuevo retablo habría de colocarse en 1817, con un espíritu artístico bien diferente. Los colaterales eran de porte neoclásico. Los medallones del ático representaban las Sagradas Familias de Jesús y de María, una reunión iconográfica que no fue extraña, ni siquiera en Valladolid. En ambos retablos se ubicaban las tallas del citado Cristo del Despojo de Claudio Cortijo y de San José de Manuel de Ávila. El único retablo barroco que conserva esta iglesia penitencial es el propio de la Virgen de la Soledad, imagen de vestir cuya devoción proliferó notablemente en el barroco nacional: la representación de la Madre de Dios con las ropas de viuda española. Fue colocada en el cuerpo de la iglesia por dos cofrades en 1706. Cuando el templo conservaba la extensión primitiva, el retablo que nos ocupa se hallaba colocado más próximo a la entrada del templo. Es la Virgen del Sacro Monte Calvario, con una notabilísima presencia histórica en la trayectoria espiritual de estos cofrades. En la parte inferior, a modo de sepulcro y dentro de la urna, se sitúa el Santo Cristo Yacente. El retablo es coronado por una imagen de la Fe. Frente a este se dispone el mencionado “Cristo de la Agonía”.
IMAGENES
NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO
SANTÍSIMO CRISTO DE LA AGONIA
SANTO CRISTO DESPOJADO
SANTÍSIMA VIRGEN DE LA SOLEDAD Y SANTO MONTE CALVARIO
SEDE DE LA COFRADIA IGLESIA DE JESÚS
NAZARENOS
Túnica de terciopelo morado con adornos y bocamangas de encaje, cíngulo dorado, capirote morado, guantes blancos y zapato negro
PROCESIONES EN LA QUE PARTICIPAN
Miércoles Santo: Vía-Crucis Procesional
Jueves Santo: Procesión de la Pregrinación del Silencio
Viernes Santo: Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor
domingo, 12 de enero de 2014
TITULARES DE SAN ROQUE SEVILLA
Los titulares de la Hermandad de San Roque en el altar mayor del Convento de san Leandro
La hermandad de San Roque ya reside en el convento de San Leandro con todos sus titulares cobijados en el templo.
Desde las 19 horas ha comenzado el besamanos extraordinario al Señor de las Penas con motivo del 75 aniversario en el presbiterio del templo. Junto a la talla, se sitúan en el altar mayor la Virgen de Gracia y Esperanza y San Juan Evangelista.
Todo ello se produce tras el cierre de urgencia de la parroquia de San Roque tras la grieta acaecida en la cúpula del templo. Una iglesia que ya esta sometida a las labores de obra.
El traslado tuvo lugar en la mañana del 11 de enero y se produce una vez la hermandad obtuviera la autorización eclesiástica para el traslado temporal de la sede, como consecuencia de las obras que se van a realizar en la Parroquia de San Roque.
La Virgen de Gracia y Esperanza ya se encontraba en el Convento, ya que fue trasladada para la Función Solemne del 15 de diciembre y el posterior Triduo a su honor.
CULTOS
-Quinario en honor a Jesús de las Penas, del 14 al 18 de enero de 2014, comenzando a las 19.45 horas con el rezo del Santo Rosario, ejercicio del Quinario y a continuación Santa Misa con homilía a cargo deAntonio María Calero de los Ríos, SdB, Rector Emérito del Seminario Diocesano de Sevilla, miembro de la Pontificia Academia Mariológica Internacional y de la Sociedad Mariológica Española. Intervendrá un cuarteto de la Capilla Clásica del Santo Crucifijo de San Agustín.
-El sábado 18 de enero, último día del Quinario, fiel al carácter sacramental de la hermandad, terminará con Exposición Solemne de su Divina Majestad, Bendición y Reserva. Se recuerda a todos los hermanos la obligación que tienen de asistir a todos los actos, y especialmente a este último.
- Todos los días del Quinario, y con motivo del LXXV Aniversario de la Bendición de la imagen de Jesús de las Penas, estará de forma extraordinaria expuesta en devoto besamanos -Función Principal de Instituto, el domingo 19 de enero de 2014 a las 12 horas, con Comunión General y pública Protestación de Fe Católica de los hermanos. Estará a cargo de la homilía el mismo Orador Sagrado. Intervendrá la Capilla Clásica del Santo Crucifijo de San Agustín.